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Cómo evitar los gases en los lactantes

¿Quieres ayudar a tu bebé a evitar los gases? En los primeros meses de vida de tu pequeño, los gases serán un problema y una molestia constante, todos los bebés sufren de esta condición y es uno de los inconvenientes con los que tendrás que aprender a lidiar. Generalmente, los nervios hacen que aumenten especialmente cuando están comiendo y estas molestias pueden provocar un episodio de llanto bastante largo. En este artículo de unComo.com te explicamos cómo evitar los gases en los lactantes.

Pasos a seguir: 1

Cuando un bebé lactante tiene exceso de gases hay que averiguar la causa de esta molestia. Lo mejor es que visites al especialista y te proporcione algunas recomendaciones para prevenir y aliviar los molestos gases de tu pequeño.

Durante las tomas es muy normal que tu bebé trague aire, pero hay que procurar que sea lo menos posible. La forma de evitar esto es que le des el pecho o el biberón con tranquilidad y sin perder los nervios. Si tu bebé no quiere tomar no fuerces la situación. Cuando un lactante desea comer, te lo hará saber.

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Una de las claves fundamentales para evitar los gases, o al menos facilitar su expulsión, es escogiendo la posición más adecuada. Una de las posturas idóneas es sobre el pecho, además de ser la manera más común de sostener a un bebé. Debes apoyarlo sobre el pecho y que esté casi erguido, así su cabeza estará a la altura de tu hombro. Es recomendable acompañar esta pose con suaves golpecitos en la espalda para estimular la salida de los eructos. También puedes colocar una toalla sobre el hombro para no ensuciarse la ropa si tu bebé regurgita, cosa que es muy normal.

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Otra de las formas más eficaces de expulsar y aliviar los gases es poner a tu bebé boca abajo, tendrás que sujetar al niño acostado hacia abajo y apoyado sobre tu brazo. Con la mano que quede libre tendrás que darle palmaditas en su espalda para facilitar la salida de aire. Es una postura que le ayuda porque la barriga del bebé se presiona contra el brazo que lo aguanta, sin embargo es muy importante que su cabeza siempre esté un poco más alta que el resto de su cuerpo.

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Para ayudar a tu bebé a que expulse los gases que se le acumulan también puedes colocarlo sobre las piernas. El cuerpo de tu pequeño debes ponerlo en una pose similar a la anterior, pero en lugar de sujetarlo con el brazo debes apoyarlo sobre tu regazo.

Una vez el niño ha crecido un poco, también puedes sentarlo y mantenerlo en esta posición, con una mano puedes sostener su barbilla y con la otra golpea suavemente su espalda para que eructe.

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En general no hay una norma que sirva para todos los casos, tampoco hay una regla al respecto de cada cuánto debes hacer que tu bebé eructe. Puede ser cada 5 minutos, cuando cambies de pecho, o cada cierta cantidad de leche si usas biberón, pero lo más fiable es hacerlo cuando tu pequeño se sienta molesto o inquieto y eso lo notarás.

Si se siente a gusto no lo interrumpas para que eructe. Cada niño es un mundo y serán los padres los que sepan con cuánta frecuencia necesitará expulsar gases. Tampoco debes preocuparte demasiado si no escuchas inmediatamente el ruido del eructo o si no lo notas porque casi no emite ningún sonido. Tu hijo no tiene por qué eructar siempre, una vez coma, puedes ayudarle a expulsar los gases durante unos 10 minutos y después dejar que descanse.