¿Tu coche se calienta mucho cuando hace calor? Debes saber que existen algunos trucos que te pueden ayudar a evitar que el sol caliente demasiado tanto la carrocería como el interior del vehículo, algo que, a la larga, puede producir averías o fallos técnicos. Las altas temperaturas pueden llegar a calentar los automóviles hasta a 45 grados centígrados en épocas estivales haciendo que se disparen las averías y las asistencias en carretera durante esta estación. Por eso, en unComo.com queremos daros las claves sobre cómo proteger el coche del sol y evitar que el calor impida disfrutar del buen tiempo.
Aparca en la sombra
Puede resultar bastante obvio pero la mejor forma de proteger nuestro coche del sol es evitándolo. Trata de aparcar a la sombra siempre que puedas, máxime en esos días de vacaciones en los que conducimos cientos de kilómetros bajo el sol hasta llegar a nuestro destino. Aunque no siempre se pueda, es recomendable no conducir durante las horas de más calor ni tampoco dejar el coche aparcado bajo el sol. Intenta dejarlo en algún lugar techado (aunque probablemente te saldrá más caro, pero evitarás futuras averías) o bajo la sombra de algún edificio o árbol.
En el caso de que tengamos nuestro día de suerte y, a pesar de encontrarnos en el centro de la ciudad, hayamos conseguido un lugar vacío a la sombra, ¡ten en cuenta el tiempo que va a estar el coche estacionado! Asegúrate de que los movimientos del sol no lo habrán convertido en un estacionamiento soleado para cuando vuelvas.
Aunque resulte difícil es importante acordarnos de mantener el cuidado de nuestro coche en período vacacional para evitar averías y situaciones que nos fastidien la ocasión. Te puede interesar este artículo de cómo preparar el coche para viajar u otro sobre cómo poner a punto un coche para ir de vacaciones.
Si no puedes evitar el sol, protege tu coche
En el caso contrario en el que no tengamos más remedio que dejar nuestro coche expuesto a los intensos rayos ultravioletas veraniegos, podemos proteger tanto el exterior como el interior del vehículo para que no se genere tanto calor en su interior.
En primer lugar, una forma de mantener a baja temperatura el exterior del coche es lavándolo regularmente durante los meses más calurosos. Eso sí, no lo hagas al aire libre durante las horas de más calor, ya que el agua se evaporará prontamente sobre la carrocería y la manchará. Es recomendable, además, aplicar después del lavado cera protectora contra los rayos ultravioleta a la carrocería del coche.
Y para proteger el interior acuérdate de poner el parasol cuando aparques al aire libre. Los parasoles, tanto en el parabrisas como en la parte trasera, repelen los rayos del sol haciendo que el interior del coche se mantenga a una temperatura más baja que en el exterior. Los protectores para el volante también son muy útiles, ya que si no te quemarás las manos intentar conducir.
Es muy importante, por último, no arrancar con el coche aún muy caliente. Si cuando subimos al vehículo notamos que en el interior se ha acumulado mucho calor, abre ventanillas y puertas y del que se enfríe durante un rato. Es aconsejable hacer esto antes de optar por encender el aire acondicionado.
Revisa el depósito de anticongelante
¡Qué importante es no dejar el coche sin anticongelante! Siempre, pero más aún en verano, debes asegurarte semanalmentede que tu vehículo no se queda sin líquido anticongelante en su depósito. Este líquido sirve para mantener frío el motor del coche y evitar que se averíe por un sobrecalentamiento, algo que es mucho más probable que suceda con las altas temperaturas ambientes.
En unComo te contamos qué pasa si tu coche se queda sin anticongelante para que entiendas la importancia de este hecho.