Seguramente identifiques el amor fraternal con el cariño que existe entre los miembros de una familia, pero este es un concepto más extenso, que no se limita a los sentimientos y lazos existentes entre los hermanos.
Del amor fraternal hablan las distintas religiones, aunque en realidad es propio de las relaciones humanas y está presente en múltiples ámbitos de la vida. Engloba conceptos distintos y está lleno de matices, de ahí que sea un sentimiento complejo que merece un análisis profundo. En este artículo de unCOMO intentamos realizarlo para poder explicarte qué es el amor fraternal y ejemplos.
Qué es el amor fraternal
El amor es un sentimiento universal, propio del ser humano, cargado de matices que originan distintos tipos de amor, tal como recoge la propia Psicología, que distingue entre el amor romántico y pasional, el amor cuyos pilares están en la amistad, o el amor práctico que busca su propia satisfacción.
Entre todos ellos, también está el amor fraternal, que es aquel que reúne valores muy diversos: lealtad, respeto, confianza mutua, gratitud, tolerancia y ante todo desinterés, es decir, el amor fraternal es aquel que piensa en el bienestar de la otra persona anteponiendo sus intereses a los propios.
En el amor fraternal no cabe el egoísmo porque se basa en la atención y en el cuidado del otro. Es un concepto muy presente en el Cristianismo, que predica el amor entre todos los seres humanos como hermanos ya que todos son hijos de Dios. También el Budismo recoge una idea similar, señalando la alegría que proporciona el amor desinteresado y ecuánime entre todos los seres del Universo.
Ese profundo sentimiento de velar por otra persona en todos los aspectos de su vida y sin exigir nada a cambio, es lo que define al amor fraternal, que va más allá de la idea religiosa o del mero concepto de cariño entre hermanos de una misma familia.
Ejemplos de amor fraternal
La entrega absoluta al otro, sin demandar reciprocidad, es la esencia del amor fraternal, un sentimiento que probablemente cualquier persona llegue a experimentar en un momento de su vida. Puede presentarse en múltiples ámbitos: en las relaciones de pareja, en el cariño incondicional de unos padres por sus hijos, por supuesto, entre hermanos u otros familiares, en las relaciones de amistad o incluso entre personas desconocidas. Para entenderlo, nada mejor que detallar algunos ejemplos.
- Son muchas las personas que dedican su vida o parte de su tiempo a repartir cuidado, cariño y atenciones a los demás de forma desinteresada, desde religiosos de distintas congregaciones, hasta voluntarios de ONGs que colaboran en ámbitos diversos.
- Los esfuerzos y hasta los importantes sacrificios que puede hacer una madre o padre por darle lo mejor a sus hijos es también una manifestación del amor más desinteresado que existe, el fraternal.
- La atención y dedicación a las personas mayores, con respeto e infinita gratitud, o el cuidado de un enfermo, cuando su bienestar se convierte en prioridad absoluta son dos expresiones de amor fraternal.
- También en la pareja el amor fraternal puede surgir como parte del amor general que comparte. Ayudarse mutuamente compartiendo tareas, renunciar a los intereses laborales porque implican más horas de trabajo y que la otra persona se sienta sola, hacer cualquier plan que no te apetece demasiado pero que a tu pareja le hace ilusión, ser partícipe de los problemas del otro... son muchos los detalles en los que el amor fraternal se puede manifestar en una pareja.
- Ser ese amigo con el que siempre se puede contar, capaz de perdonar los errores del otro siendo compasivo, tendiendo la mano y sin querer imponer los intereses propios o buscar beneficio alguno es otro buen ejemplo de lo que es el amor fraternal.
- Por último, no hay que olvidar a todas esas personas que llegan a hacer grandes o pequeñas hazañas, algunos verdaderos héroes capaces de lanzarse al agua a socorrer a una persona que necesita ayuda, de luchar contra el fuego en un incendio o de pararse en carretera para prestar su apoyo a un accidentado... son actos que demuestran la profundidad y fuerza del amor fraternal.
Cómo demostrar amor fraternal
No hace falta hacer actos heroicos para demostrar el amor fraternal, porque también se puede expresar y compartir este sentimiento en gestos de la vida cotidiana. El amor fraternal implica ser generoso con el otro y hacer pequeñas renuncias que contribuyan a su felicidad.
El amor fraternal se puede expresar, por ejemplo, ofreciendo consuelo y palabras de ánimo a quien se siente mal y lo necesita (aunque tal vez tú te sientas peor), disculpando sus faltas, aunque te hayan ofendido profundamente y no guardando rencor. También pensando en qué puedes hacer para proporcionarle tranquilidad y alegría cuando está enfadado o disgustado, detectando cualquier necesidad, incluso antes de que la manifieste y atendiéndola lo antes posible, o mostrando tu afecto incluso aunque sientas que esa persona no demuestra gratitud ni devuelve el cariño recibido. No siempre es fácil, pero el amor fraternal hace que la felicidad propia radique en hacer feliz al otro.
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