Diez maneras de lograr que los niños tomen medicamentos.
Tomar medicamentos a veces puede ser una experiencia desalentadora para los niños. Si bien puede parecer imposible, existen soluciones que pueden ayudar a los padres a mejorar esta experiencia.
Cuando los niños no se sienten bien, a veces les resultará difícil tomar su medicamento, incluso cuando saben que el medicamento los hará sentir mejor. La mayoría de las veces, la medicina líquida no sabe muy bien y las pastillas pueden ser particularmente difíciles de tragar para los niños. De hecho, un estudio encontró que hasta el 50% de los niños tienen problemas para tragar pastillas consideradas estándar. Eventualmente, cuando los niños no se sientan bien, deberá encontrar una manera de hacer que tomen ese medicamento. A continuación, encontrará algunos métodos para probar que ayudarán a sus pequeños a tomar los medicamentos que tanto necesitan.
Tener una mentalidad positiva
Cuando los niños necesitan tomar su medicamento, puede ser una experiencia desalentadora. En estos casos, es esencial que los padres aborden la situación con una mentalidad positiva. Es importante brindar comentarios positivos, como elogiar a los niños cuando toman sus medicamentos sin problemas. Nunca reaccione mal y evite proporcionar comentarios negativos, como amenazar con castigarlos, esto solo empeorará la situación.
Escuchar cualquier inquietud
Cuando un niño tiene dificultades para tomar su medicamento, a menudo se debe a una serie de preocupaciones. Si su hijo tiene la edad suficiente para comunicar esas preocupaciones, considere hablar con él al respecto. Escuche cualquier inquietud que tenga su hijo y haga todo lo posible para mitigar esas inquietudes. Cuando identifica el problema, puede trabajar para encontrar una solución. A menudo, hay soluciones a las preocupaciones que tienen y los hará sentir escuchados en las situaciones.
Busque orientación de su médico
Una solución puede ser buscar la orientación de su médico. Cuando los niños reciben instrucción de personas que no son sus padres, como maestros, enfermeras y médicos, tienden a responder un poco mejor. Considere pedirle a su médico que proporcione una sesión de enseñanza para que su hijo comience a tomar su medicamento. Hacer que los médicos les expliquen por qué necesitan tomar el medicamento, cómo les ayudará a sentirse mejor y las mejores prácticas sobre cómo tomarlo podría ser un mejor método que hacer que los padres se lo expliquen directamente. El médico o la enfermera pueden incluso darle al niño la primera dosis, ayudando tanto al padre como al niño a entender cómo administrar el medicamento.
Mezclar medicina con comida
Al administrar medicamentos, es posible que pueda mezclarlos con su refrigerio favorito y esencialmente "engañarlos" para que tomen su medicamento. Considere pedirle a su farmacéutico que le proporcione el medicamento de su hijo de una manera que pueda mezclarse fácilmente con sus comidas favoritas. Los alimentos como el puré de manzana, los jugos y la leche chocolatada son alimentos y bebidas fáciles de mezclar. Cuando mezcle medicamentos con alimentos, la clave es trabajar con su farmacéutico para asegurarse de que no está cambiando los efectos del medicamento con ingredientes que se encuentran en otros alimentos.
Mejora el sabor
A menudo, la medicina no sabe muy bien y eso puede hacer que sus hijos dejen de tomar la medicina después de darse cuenta de esto. Antes de recoger el medicamento de su hijo en la farmacia, verifique si la farmacia tiene opciones para poder agregar sabor al medicamento. El farmacéutico debe tener una amplia variedad de sabores para agregar, como cereza, uva o sandía. Sería mejor dejar que su hijo elija el sabor, de esa manera elige algo que le pueda interesar. Cuando el medicamento sabe mejor, es más probable que el niño lo tome.
Considere dividir la dosis
Como se mencionó al principio de este artículo, los niños tienen dificultad para tragar pastillas que se consideran de tamaño estándar. En estas situaciones, es importante tener en cuenta cuánto puede tragar su hijo de una vez, especialmente para evitar que se atragante. Una solución puede ser dividir la dosis en partes más pequeñas para que sea más fácil de tragar para el niño. Será más fácil para un niño tragar piezas más pequeñas varias veces, en lugar de tragar una pieza grande de una sola vez. Además, siempre se debe administrar el medicamento cuando el niño está en posición vertical o sentado para evitar que se atragante.
Proporcionar recompensas visuales
Al proporcionarle una recompensa a un niño, mejorará sus posibilidades de que su hijo tome su medicamento. Los niños de todas las edades pueden motivarse con incentivos que les interesen. Considere diseñar una tabla de recompensas para que puedan ver visualmente las recompensas que recibirán cuando tomen su medicamento con éxito. Puede trabajar con su hijo para identificar los incentivos que lo motivarán más y que puedan trabajar para lograr esos objetivos. También puede hacer una lista de sus juguetes favoritos y cuando hayan tomado su medicamento con éxito después de un cierto período de tiempo, recibirán ese juguete. Las posibilidades son infinitas cuando se trata de recompensar a su hijo, pero es importante que proporcione una recompensa que disfrute.
Buscar alternativas al medicamento
Por lo general, hay varias formas en que un niño puede tomar su medicamento. Las opciones pueden incluir formas líquidas, en cápsulas o masticables. Considere hablar con el médico o farmacéutico acerca de las formulaciones disponibles para un medicamento en particular; con suerte, hay múltiples opciones para elegir que se adaptarán a las necesidades de su hijo. Si están disponibles, los medicamentos vienen en tabletas masticables, cápsulas que se pueden abrir y rociar sobre alimentos y líquidos, o píldoras que se pueden cortar en pedazos pequeños para que sean más fáciles de tragar.
Explicar los beneficios
Si un niño tiene la edad suficiente, considere contarle los beneficios de tomar el medicamento. Si no se siente bien, dígale que se sentirá mejor después de tomar el medicamento. Si un niño comprende claramente los beneficios, es más probable que tome el medicamento. Recuérdeles los beneficios a lo largo de todo el proceso.
Predicar con el ejemplo
Los padres son a menudo modelos a seguir para sus hijos. Además, los niños tienden a imitar a sus padres en varias cosas, como la forma en que actúan y hablan, y tomar medicamentos no es diferente. Si predica con el ejemplo y les muestra a sus hijos cómo tragar pastillas o beber el líquido, enfatizar que no es difícil hacerlo los tranquilizará.