Si asistes a la universidad, sabes que las bromas en los dormitorios son parte de la vida del campus. Aprende las reglas de las bromas para asegurarte de que todos la pasen bien.
¿A quién no le gustan las bromas en el dormitorio?
¿Ha reemplazado los paquetes de azúcar de la estación de café con sal? ¿Te han pillado haciendo algo vergonzoso frente a la cámara? ¿Encontró que alguien reemplazó su cereal con aserrín? Al igual que todo lo demás en la vida, hay "hacer" y "no hacer" cuando se trata de bromas universitarias. Aquí hay algunas pautas a seguir cuando quieras gastarle una broma a uno de tus compañeros de dormitorio.
Manténgalo seguro
Todo el mundo ama un poco de diversión bromista, es decir, hasta que alguien sale herido. Las bromas de dormitorio están destinadas a ser divertidas para todos los involucrados, lo que significa que no debes participar en ninguna travesura que pueda lastimar a las personas o causar daños a la propiedad de alguien. Recuerda que el hecho de que te estés divirtiendo no significa que todos los demás también lo estén. Considere los sentimientos de los demás antes de planear bromas o bromas.
Bromas seguras y divertidas
Aquí hay una serie de bromas divertidas, pero seguras, que recordará en los años venideros.
La habitación reorganizada
Siempre es desorientador entrar en un lugar desconocido, ¡y aún más cuando ese lugar desconocido es tu hogar! Intente colarse en el dormitorio de otro estudiante y mueva los muebles. Cambia la cama y el escritorio, voltea la mesa de café y esconde su lámpara de lectura o su silla favorita. Colóquese de manera segura en el pasillo para que pueda captar la confusión cuando la víctima regrese a su habitación y se tome unos segundos para darse cuenta de lo que sucedió. ¡Siempre vale la pena reírse!
Nota:Esto no una broma apropiada para alguien con una discapacidad visual u otra discapacidad.
El pitido misterioso
¿Alguna vez te ha vuelto loco un ruido molesto del que parece que no puedes encontrar el origen? Intente colocar una batería de nueve voltios casi descargada en un detector de humo y escóndala en la habitación de alguien. Tres buenos escondites son detrás del televisor, en el fondo del armario o en el cesto de la ropa sucia. El dispositivo emitirá un pitido intermitente, con la frecuencia suficiente para que se pregunte qué está pasando, pero no con la frecuencia suficiente para encontrar fácilmente la causa del ruido. Si bien esta broma no sería muy divertida durante, digamos, la semana de los exámenes finales, un martes por la tarde al azar podría ser el momento perfecto para esta broma inocente.
Alarma de baño nocturna
Esta broma es un poco una derivación del Mystery Beep, pero aún así te dará horas de risas después. A nadie le gusta que lo despierten en medio de la noche con un sonido extraño, ¿verdad? Ve a la tienda y compra un reloj despertador que funcione con pilas, uno que no necesite estar enchufado para funcionar. Asegúrate de comprar el más ruidoso que puedas. Programa la alarma para que suene a una hora aleatoria a altas horas de la noche y luego séllala por completo en una bolsa con cierre hermético. Asegúrese de que esté completamente sellado. Luego visita a un amigo una noche, discúlpate para ir al baño y esconde el despertador en el tanque del inodoro. Cuando suene, se despertará y buscará por toda la habitación, pero nunca pensará en mirar en el tanque del inodoro.
Algunas bromas no tan divertidas
Algunas bromas no son nada graciosas y pueden terminar causando lesiones o algo peor. Aquí hay algunas bromas de dormitorios en las noticias que te recomendamos que no prueba:
- Bromear sobre la distribución de condones defectuosos - No es divertido enviar a cientos de niñas corriendo al centro médico para hacerse pruebas de embarazo.
- Prender fuego a las cosas, incluso en broma:ciertamente no es divertido iniciar incendios, que luego pueden propagarse y matar a tus compañeros de estudios.
Cosas para recordar sobre las bromas en los dormitorios
- Se supone que es divertido para todos.
- Ten en cuenta los sentimientos de la otra persona antes de planear una broma.
- No lo hagas si algo se puede romper o si alguien puede lastimarse.
- No vale la pena ser expulsado de la escuela o ir a la cárcel por una broma tonta, ¡así que piensa antes de actuar!