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Cómo comprar una moto usada

Las motos son un excelente medio de transporte, económico y funcional, en especial cuando se trata de transitar en ciudades con mucho tráfico. Por ello, muchas personas se animan a adquirir una, pero en lugar de invertir en una nueva, se decantan por comprar una moto de segunda mano, una alternativa oportuna siempre y cuando estemos adquiriendo un vehículo de calidad y en buen estado, pero ¿cómo saberlo?. En este artículo de unComo.com te damos algunos consejos a tomar en cuenta para que descubras cómo comprar una moto usada y hacer un buen negocio.

Pasos a seguir: 1

Lo que ahorras al comprar una moto usada debe vale la pena, pues si al hacerlo después tendrás que gastar enormes cantidades de dinero en reparaciones, cambios de piezas, etc., el negocio no será para nada favorable. Por eso, lo primero es hacer una revisión detallada de la moto que planeas comprar y tener muy claro lo que esperas de tu nuevo vehículo.

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Existen distintos tipos de moto según sus cambios, apariencia y funcionalidad, por lo que antes de comenzar a consultar a los vendedores define qué tipo de moto quieres y para qué la necesitas. No es lo mismo una moto que usarás de casa al trabajo y del trabajo a casa en una ciudad plana y asfaltada, que una que utilizarás como medio de transporte único en una ciudad llena de montañas y pendientes con un asfaltado no tan óptimo.

Este tipo de condiciones te ayudarán a determinar cuál es el modelo más adecuado para ti, pues la oferta es muy amplia y debes hacerte con aquella moto que se ajuste mejor a tus necesidades.

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Nunca veas la moto con prisas, dedica tiempo, observa cada detalle y pregunta acerca de todos los puntos de interés: kilometraje, año de matriculación, estado de los servicios, mantenimiento, última fecha de la revisión, estado del seguro, número de dueños que ha tenido anteriormente y motivo de la venta.

Si entiendes poco de motos o de mecánica, lo mejor es ir acompañado por alguien de confianza que te pueda asesorar.

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Existen tiendas de motos de segunda mano y también páginas webs especializadas, donde podemos contactar a personas interesadas en vender su moto. Las tiendas ofrecen la ventaja de que la moto ya está revisada, cuenta con una garantía y es menos probable que te embauquen, sin embargo y, como es lógico, ellos también necesitan ganar lo suyo, por lo que el precio suele ser más elevado de lo que costaría si la compras a un particular.

Si vas a ver la moto de un particular y sabes lo que buscas o acudes con alguien entendido en el asunto, tampoco correrás ningún riesgo y podrás pagar un precio menor, pero si no entiendes del tema lo más conveniente es ir a una tienda.

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Puede que al vendedor no le agrade, pero antes de comprar una moto usada siempre debes probarla. Es la mejor forma de saber si es lo que deseas, si se ajusta a tus necesidades y también si su funcionamiento es adecuado. Si al conducirla un poco no te sientes a gusto o percibes que algo falla y no funciona bien, no adquieras la moto, es mejor que sigas buscando y realices una compra que sea exitosa a largo plazo.

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Pregunta si la moto cuenta con un historial de revisiones. Normalmente, cuando adquirimos un vehículo nuevo, este viene con un manual en el que se suelen apuntar los chequeos, reparaciones y servicios. Si el dueño lo tiene, es conveniente revisarlo para asegurarte del estado de la moto antes de comprarla.

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Recuerda que no hay prisa y que hasta que no encuentres la moto de segunda mano perfecta, no es necesario hacer una compra apresurada. Se trata de una inversión importante, por lo que lo más conveniente es ver y evaluar muy bien todas las opciones antes de cerrar el trato.