Un coche solar es un vehículo propulsado por un motor eléctrico alimentado por energía solar obtenida de paneles solares en la superficie del coche, lo que los diferencia de los coches de carga solar, en los que se emplea electricidad renovable que obtenida fuera del vehículo. Las celdas fotovoltaicas convierten la energía del sol directamente a electricidad, que puede o bien ser almacenada en baterías eléctricas o utilizada directamente por el motor.
Los que pueden funcionar prácticamente con el Sol
Algunos coches solares, los más "puros" son los que pueden funcionar prácticamente con el Sol, sin requerir apenas batería. Este tipo tiene el lógico inconveniente de que si pasa por lugares con sombras o si se nubla se reduce en gran medida sus posibilidades o se para. Básicamente este tipo de vehículo solo se construyen para los grandes Rallys Solares pues son poco utiles en la vida cotidiana por su gran envergadura.
Los que usan los paneles para acumular energía
Los que usan los paneles para acumular energía en una o varias baterías y el motor se alimenta de ellas, los paneles aportan una gran parte de la energía que se requiere para su funcionamiento. Es el tipo de coche más común al permitir una envergadura más acorde con las dimensiones habituales.
Los vehículos eléctricos con carga solar adicional
Los coches eléctricos que como mucho llevan algún pequeño panel a fin de mantener la batería o efectuar pequeñas recargas y básicamente se cargan de la red eléctrica.Para que este tipo de vehículos se consideren solares es imprescindible que en el lugar de la recarga exista una instalación de energía solar que proporcione la energía necesaria.Puede ser una instalación autónoma (con baterías) o con conexión a la red eléctrica que es más eficiente, de esta forma aunque no coincidan los momentos de insolación con las horas de recarga del coche el balance energético final es lo que cuenta.