Conducir un coche automático es, en principio, más sencillo que un automóvil de transmisión manual. Sin embargo, la falta de costumbre personal e incluso la carencia de una tradición en este tipo de conducción en la zona en la que vivimos puede hacer que cometamos errores que harán que el control del vehículo sea más complicado. Para ayudarte a evitar estos posibles problemas a la hora de conducir este tipo de coches en este artículo de unCOMO te damos una serie de consejos sobre cómo conducir un coche automático.
Leer el manual de instrucciones de tu coche automático
Nuestra primera recomendación sobre cómo conducir un coche automático es que leas con detenimiento el manual de instrucciones de tu vehículo, ya que lo habitual es que los fabricantes especifiquen algún consejo al respecto. Hay varios tipos de automóviles de transmisión automática y puede que el tuyo tenga alguna especificación en cuanto al manejo que te conviene conocer para poder alargar su vida útil. No importa si tienes un coche automático barato o caro o si es un coche automático de segunda mano o nuevo, todos suelen llevar indicaciones sobre cómo conducirlos y cómo cuidarlos correctamente para un mejor funcionamiento.
Cómo arrancar un coche automático
Para arrancar un coche automático, la posición de la palanca se debe mantener en la "P", algunos modelos incluso no permiten el encendido si no está de este modo. Ya para iniciar la marcha, pisa el freno y colócala en la "D" para, a continuación, soltar muy suavemente el pedal. A la hora de hacer una parada corta, como un semáforo, basta con que mantengas la posición de la palanca en la "D" junto al freno pisado.
Cómo usar el cambio automático de marchas
Uno de los trucos para conducir un coche automático es sin duda conocer las marchas y cómo funciona la palanca. Como sabes, en tu coche automático la palanca de velocidades tiene las siguientes posiciones:
- D (Drive): para arrancar y circular.
- P (Parking): cuando estacionas el coche.
- R (Reverse): circular marcha atrás.
- N (Neutral): punto muerto.
Además, puedes tener otras opciones en la palanca para conducir tu coche automático, marcadas con los número "1", "2" y "3". Están destinadas a usarse como marchas bajas, para situaciones especiales como puede ser una pendiente muy alta o una aceleración rápida. No las necesitas para pasar de la posición D a la P, es decir, para parar el coche cuando circulas normalmente.
Mantener el pie izquierdo quieto
Como sabes, tu coche automático no tiene el pedal de embrague. Si estabas acostumbrado a conducir un coche de marchas esto puede ser un problema para ti desde el punto de vista de la ergonomía, especialmente si pasas mucho tiempo conduciendo cada día. Un buen consejo que queremos darte en esta guía práctica para conducir un coche automático es que, antes de arrancar, coloques tu pie izquierdo sobre el reposapiés de modo que adoptes una postura cómoda y no forzada. Evita en todo momento, llevar el pie levantado ya que puedes provocarte dolores musculares.
Sabes que solo tienes los pedales de aceleración y de freno y, como es imposible que los necesites usar a la vez, emplea el pie derecho para utilizar ambos, de manera que el pie izquierdo permanezca siempre en descanso.
Reducir la marcha en un coche automático
Al no poder manejar las marchas para controlar la fuerza del automóvil, puedes tener la sensación de que el automóvil circula solo o se te va a la hora de conducir un coche automático. Para solucionarlo, has de saber que puedes usar el pedal del freno para que el automóvil, de modo automático, seleccione marchas más cortas. De todos modos, debes ser consciente que un coche de transmisión automática está perfectamente preparado para adaptarse a la conducción, por ello deberías pasar por alto esta sensación de falta de control.
Cómo conducir un coche automático en invierno
En situaciones de baja adherencia, a la hora de saber cómo conducir un coche automático, tienes que comprobar si tu automóvil dispone de modo invierno o similar. En el caso de que no cuentes con esta opción, la mejor alternativa es circular a velocidad reducida, siempre respetando las normas de tráfico y usando neumáticos especiales para invierno o cadenas cuando sea necesario.