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Pros y contras de tomar Prozac y amamantar a un niño pequeño

Pros y contras de tomar Prozac y amamantar a un niño pequeño

¿Tomar Prozac (fluoxetina) y amamantar es una combinación segura? Para algunas mujeres, Prozac es un hacedor de milagros. Sin ella, simplemente no pueden funcionar de manera completa y saludable. Sin embargo, si están amamantando, quieren asegurarse de que todo lo que ingieran sea seguro para su bebé.

Prozac mientras amamanta a un niño pequeño

Los médicos continúan estudiando la relación entre el Prozac y la lactancia de un niño pequeño. Se ha encontrado que Prozac es un medicamento relativamente seguro cuando se usa durante la lactancia. Cualquier medicamento que tome una madre lactante se encontrará en su leche materna, sin embargo, no hay evidencia que sugiera que Prozac represente algún riesgo para el niño lactante. La cantidad de medicamento que el niño recibe normalmente es menos del 10 por ciento de la cantidad que se encuentra en la sangre de la madre.

Por lo tanto, generalmente se cree que el riesgo es mucho mayor si la depresión de la madre lactante no se trata que el riesgo asociado con una pequeña cantidad de antidepresivo que se encuentra en la leche materna.

Ventajas de tomar Prozac durante la lactancia

Las ventajas asociadas con tomar Prozac durante la lactancia incluyen:

  • Prozac es útil para tratar la depresión posparto y/o la depresión que se diagnosticó antes del parto.
  • Prozac se considera un medicamento relativamente seguro para tomar durante la lactancia.
  • Prozac puede marcar la diferencia entre pasar un día saludable y feliz con su bebé en lugar de pasar un día sin tener el control de su salud emocional.
  • Muchos médicos y científicos están de acuerdo en que las ventajas de tomar Prozac superan ampliamente las desventajas.

Desventajas de tomar Prozac durante la lactancia

Las desventajas asociadas con tomar Prozac durante la lactancia incluyen:

  • Existe una pequeña posibilidad de que su hijo amamantado experimente irritabilidad, vómitos, diarrea, somnolencia y disminución de peso.
  • La mamá puede experimentar efectos secundarios como sudoración, ansiedad, náuseas y sueños anormales.
  • Según un estudio reciente, la cantidad de Prozac que se encuentra en la leche materna de la madre es más alta que con otros antidepresivos.

¿Qué es Prozac?

Prozac es un medicamento que los médicos suelen recetar para tratar la depresión. También se utiliza para tratar el trastorno obsesivo-compulsivo, los trastornos de pánico, los trastornos alimentarios como la anorexia o la bulimia y el trastorno disfórico premenstrual.

El nombre genérico de Prozac es fluoxetina. Este medicamento pertenece a una clase de antidepresivos denominados inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina o ISRS. Se han realizado muchos estudios a lo largo de los años sobre el uso de Prozac durante el embarazo. Sin embargo, no se han extraído conclusiones significativas y se justifica una mayor investigación. Los científicos también continúan estudiando los efectos de este fármaco sobre la fertilidad.

¿Qué hacer?

Si está considerando tomar Prozac, hable primero con su médico. Puede ser tentador probarlo tomando prestadas algunas pastillas de un amigo o de alguna otra fuente, pero esto, por supuesto, es muy desaconsejable. En lugar de eso, discuta el problema con su médico y el pediatra de su hijo.

¿Otra opción?

En algunos casos, los médicos pueden recomendar otro fármaco como Zoloft, que se ha convertido en la opción preferida de antidepresivo para las madres lactantes, ya que puede proporcionar el mismo alivio con menos síntomas y se encuentra una cantidad menor del medicamento en la leche materna de la madre que con Prozac.

Tome una decisión informada

Si está feliz de tomar Prozac pero aún le preocupa cómo el medicamento afectará a su niño lactante, hable con su médico acerca de reducir la cantidad de Prozac que toma. La mejor decisión es una decisión informada, y solo usted y su médico tienen derecho a realizar cambios en su dieta diaria y en la ingesta de medicamentos recetados. Hacer lo correcto para su bebé también implica mantenerse saludable, tanto física como emocionalmente.