Discernir los comportamientos problemáticos en los niños pequeños es difícil porque los niños de esta edad no pueden describir o explicar lo que están pensando o sintiendo. Si tiene alguna inquietud sobre el comportamiento de su hijo, el mejor lugar para comenzar es recopilar información de fuentes confiables y examinar las acciones de su hijo con un ojo objetivo, teniendo en cuenta factores ambientales como situaciones familiares.
Con respecto a los comportamientos
Los niños de uno a tres años están aprendiendo sobre sus cuerpos, mentes y el mundo en todo momento. Con tanta información para procesar, es probable que estos niños sientan algo de frustración, que a menudo exhiben actuando mal. Los padres pueden esperar que los niños pequeños ocasionalmente tengan crisis emocionales, rabietas menores, o incluso intenten lastimarse a sí mismos o a otra persona, dice el Proyecto de Salud Mental y Trastornos Emocionales o del Comportamiento de los Niños. Sin embargo, cuando los adultos de confianza no pueden controlar estos comportamientos o los comportamientos incluyen acciones severas durante largos períodos de tiempo, los padres deben considerar la necesidad de una intervención.
Si alguna de estas circunstancias o inquietudes describe la vida con su niño pequeño, el Child Mind Institute sugiere que puede pensar en obtener ayuda de un profesional.
- Su hijo está excluido de la escuela o eventos sociales debido a su comportamiento.
- Te preocupa constantemente que ella lastime a sus hermanos u otros niños.
- Los comportamientos interrumpen la vida y las relaciones familiares diarias.
- Su hijo muestra retrasos significativos en el desarrollo de seis meses o más.
Berrinches graves
Las rabietas son una forma de comunicación para los niños pequeños cansados, hambrientos, enojados o frustrados que no pueden decir lo que quieren decir porque sus habilidades lingüísticas no se han desarrollado hasta ese punto.
Lo que es típico:
- Ocurren de vez en cuando, pero no todos los días
- Dura hasta cinco minutos y luego se redirige al niño
- Involucra pisar fuerte, tumbarse en el suelo y llorar
Lo que preocupa:
- No puedes controlar tu ira en respuesta a las rabietas
- Ocurren varias veces al día, casi todos los días
- Duran períodos de tiempo excesivos y el niño no puede ser redirigido
- Involucra autolesiones o lesiones a otros y lenguaje destructivo como frases suicidas
Gritos constantes
A medida que su pequeño aprenda a usar y controlar su voz, es probable que experimente con algunos gritos en diferentes escenarios. Si bien este comportamiento puede parecer molesto e interrumpir eventos que de otro modo serían tranquilos, generalmente no es una señal de algo más problemático. Cuando vea señales de advertencia de comportamientos de gritos preocupantes, podrían indicar problemas de salud como infecciones de oído u otras preocupaciones como un trastorno del procesamiento sensorial.
Lo que es típico:
- Gritar cuando está cansado, hambriento o herido
- Dura cinco o diez minutos cada vez
- Ocurre ocasionalmente, pero no regularmente
- Ocurre cuando el niño experimenta diferentes emociones, desde dolor hasta excitación
Lo que preocupa:
- Gritos que suenan diferentes a los gritos típicos de su hijo
- Dura más de 25 minutos a la vez
- Ocurre varias veces al día, todos los días
- Se combina con comportamientos físicos dañinos
Autolesión física
Cuando los niños pequeños no se salen con la suya o se niegan rotundamente a hacer algo, es posible que se arrojen al suelo y se agiten. Este tipo de autolesión involuntaria es común. Cada vez que un niño se pone en peligro, los padres deben intervenir y tratar de prevenir el comportamiento en el futuro. La psicóloga infantil Penelope Leach sugiere que los padres siempre deben preocuparse cuando un niño se lastima a sí mismo a propósito.
Lo que es típico:
- Incidente único de autolesión deliberada durante un estallido de ira
- Autolesiones no intencionales como resultado de una rabieta
Lo que preocupa:
- Autolesiones repetitivas e intencionales que no sean cuando está enojado/frustrado o en instancias no provocadas
- Lesiones autoinfligidas graves, como sacar sangre
- La autolesión como autocastigo por una mala conducta percibida
Daño físico a otros
Según los expertos de Zero to Three, la agresión infantil alcanza su punto máximo alrededor de los dos años. Durante esta etapa, podría ver a su hijo usar la agresión física para recuperar los juguetes que le pertenecen o para mostrarle a un padre su enojo. En la mayoría de los casos, estos incidentes poco frecuentes son parte del desarrollo y los padres deben redirigir y explicar por qué el comportamiento no es aceptable. Para ayudar a los niños a aprender a controlar las emociones, los padres también pueden explicar qué tipos de expresión física son aceptables en momentos de ira o frustración.
Lo que es típico:
- Patear o abofetear ocasionalmente cuando está enojado/frustrado
- Empujar a otro niño para conseguir un juguete deseado
- Tirar un objeto a otra persona cuando está frustrado
- Morder en incidentes aislados para que otra persona suelte algo
Lo que preocupa:
- Golpear o morder a otros, varias veces por semana
- Agresión física que aumenta con el tiempo
- Actitud intrépida la mayor parte del tiempo
- La mayoría de los juegos de simulación son de naturaleza agresiva
- Utiliza la agresión física en situaciones no provocadas
Ansiedad de separación severa
Un poco de ansiedad por separación es normal e incluso saludable para bebés y niños pequeños, ya que demuestra que han desarrollado un vínculo emocional contigo. Sin embargo, los síntomas graves podrían indicar un problema mayor, como un trastorno de ansiedad o abuso en el lugar donde su hijo no quiere que lo dejen.
Lo que es típico:
- Llanto que dura unos minutos cuando los padres se van
- Tratar de aferrarse a los padres para que no puedan irse, pero pueden ser redirigidos
Lo que preocupa:
- Llorar cuando los padres se van y dura media hora o más
- Náuseas o vómitos mientras los padres se van
- Falta de aliento debido al pánico
- Preocupación excesiva por perder a uno de los padres o que le sucedan cosas malas
Ausencia de Afecto
La imagen de un padre de afecto apropiado varía según la familia y la cultura. Para los niños, es una parte importante del desarrollo porque aprenden mucho de las señales sensoriales. Algunos niños pequeños se involucran en comportamientos demasiado afectivos con sus seres queridos, mientras que otros evitan hacerlo. Los expertos de What to Expect sugieren que un poco de resistencia a los abrazos y los besos es una forma normal en que los niños pequeños ejercen su independencia.
Lo que es típico:
- Solo quieren abrazar/besar cuando quieren, no necesariamente cuando lo pides
- Prefiere otras formas de caricias afectivas como hacer cosquillas o acariciar el cabello
- Evitar el afecto mientras se está profundamente involucrado en el juego
Lo que preocupa:
- Evitar todo contacto físico de los demás de forma regular, incluso cuando esté cansado o molesto
- Se molesta visiblemente cuando lo abrazan o lo besan
- Muestra desinterés regular en estar físicamente cerca de otros
Retiro completo
Algunos niños pequeños son tímidos o introvertidos por naturaleza y les toma mucho tiempo acostumbrarse a nuevas personas de cualquier edad. Es posible que estos niños simplemente disfruten haciendo las cosas a su manera o no les guste la sobreestimulación, ya sea que la timidez o el estar callados sean comportamientos normales para muchos niños pequeños. Sin embargo, retirarse de las situaciones sociales puede tener consecuencias negativas para los niños ahora y en el futuro.
Lo que es típico:
- Prefieren jugar solos o con un adulto de confianza en situaciones nuevas
- Se aleja de multitudes grandes y ruidosas en grandes reuniones
- Disfruta de pasatiempos tranquilos como mirar libros
Lo que preocupa:
- Retraimiento abrupto de un niño normalmente sociable
- Síntomas de ansiedad en situaciones sociales como dificultad para respirar o dolor de estómago
- No muestra interés en ninguna interacción social, incluso con familiares de confianza
- Letargo constante u otros signos de depresión
Cómo obtener ayuda
Si le preocupa el comportamiento de su hijo, es importante tener un plan para poder abordar esas inquietudes. Pregunte a otras personas en la vida de su hijo, como miembros de la familia, maestros o cuidadores, si están preocupados por el comportamiento. Observe el comportamiento durante un período breve, como una semana, y realice un seguimiento de cosas como la frecuencia, la duración y las causas. Cuando se dirija al pediatra de su hijo u otro profesional como un psicólogo infantil o un trabajador social escolar, le pedirán que proporcione esta información de todos modos. Si puede recopilar la información mientras espera su cita, obtendrá una solución más rápido.
Opiniones profesionales
El punto de partida más fácil para la mayoría de los padres es hablar con el pediatra de su hijo sobre el comportamiento. Pueden brindarle información básica acerca de si es necesaria una intervención y brindarle recursos para ayudarlo a encontrar profesionales más especializados. Gracias a los cambios en las reglas modernas, como la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio, muchos servicios de salud mental y del comportamiento son gratuitos o de bajo costo para los niños. Estos servicios a menudo se incluyen en las estipulaciones de atención médica preventiva. Si cree que necesita una opinión profesional sobre el comportamiento de su hijo, comience por consultar con su compañía de seguros para ver qué está cubierto.
Si bien los pediatras y los psicólogos infantiles ciertamente pueden ayudar, el Child Mind Institute señala que la mayoría de las intervenciones conductuales para niños pequeños se enfocan en brindarles a los padres herramientas para ayudar a sus propios hijos. Algunos pueden recomendar dejar que los comportamientos desaparezcan por sí solos, pero las intervenciones tempranas son más exitosas que las posteriores. Los ejemplos de intervenciones conductuales incluyen:
- Trabajar para fomentar y construir relaciones positivas para el niño y la familia
- Enseñar habilidades de afrontamiento y comportamientos de reemplazo
- Evaluación funcional para comprender las razones detrás del comportamiento
- Consejería familiar con un psicólogo infantil
- Consejería individual con un psicólogo infantil
- Clases para padres de una organización local
Recursos
Si se siente incómodo buscando ayuda o aún no está seguro de si el comportamiento de su niño pequeño es apropiado para su desarrollo, estos recursos pueden ayudar.
- El verificador de síntomas del Child Mind Institute le hace algunas preguntas sobre las inquietudes específicas que tiene con respecto al comportamiento de su hijo y luego le brinda algunos trastornos que contienen esos síntomas. Esto no sirve como diagnóstico, pero le brinda trastornos para encontrar más información para que pueda ver si su hijo cumple con alguno de los otros criterios.
- El Pacer Center ofrece un folleto imprimible que muestra comparaciones lado a lado de comportamientos "normales" para un rango de edad y "comportamientos preocupantes" con sugerencias para acciones de los padres en cada uno.
- La Academia Estadounidense de Pediatría brinda información sobre el desarrollo típico de los niños pequeños a cada edad específica en HealthyChildren.org para ayudar a los padres a comprender mejor qué es común y qué no.
- Obtenga apoyo para usted a través de un consejero o grupo de apoyo, ya que las intervenciones pueden afectarlo emocionalmente.
Conozca a su hijo
Cada niño se desarrolla a un ritmo único e individual, por lo que usted es el mejor recurso de su hijo porque lo conoce mejor que nadie. Como padre o cuidador, es su trabajo defender a su hijo, especialmente durante esta etapa en la que es posible que no pueda hablar por sí mismo. Cuando se permita la oportunidad de observar el comportamiento de su hijo de manera objetiva y en comparación con otros niños de su edad, tendrá una mejor idea de si el comportamiento es natural o preocupante.