En los últimos años, los avances tecnológicos han permitido a los fabricantes de automóviles introducir sustanciales mejoras en los vehículos, circunstancia que ha propiciado que las revisiones se hayan espaciado mucho. A pesar de ello, hay operaciones de mantenimiento que es preciso seguir realizando, no sólo para garantizar el buen funcionamiento de los vehículos, sino también para elevar la seguridad de sus ocupantes. Los neumáticos son parte fundamental del vehículo y hay que tenerlos siempre en buen estado, si lo dudas en unComo.com te mostramos cuáles son las funciones de los neumáticos para que aprendas cómo mantenerlos en óptimas condiciones.
Pasos a seguir: 1Los neumáticos aseguran el contacto del vehículo con el suelo, transmiten la fuerza útil del motor, y dirigen, frenan y dan estabilidad al vehículo. Junto con los amortiguadores, absorben parte de las irregularidades de la carretera, con lo que proporcionan mayor control al conductor y confort de los ocupantes.
2La cámara es la parte de neumático que contiene el aire a presión, aunque existen también neumáticos sin cámara. La banda de rodadura es la parte de la cubierta que está en contacto con el suelo firme y se caracteriza por su dibujo, una serie de hendiduras y surcos que son los responsables del agarre al pavimento y del drenaje. Para que el neumático sea eficaz, su dibujo debe tener una profundidad mínima de 1,6 mm.
3Para alargar la vida de los neumáticos y homogeneizar su desgaste, se recomienda intercambiarlos de posición cada cierto tiempo. Al hacerlo siempre es preferible instalar los neumáticos en mejor estado en el tren trasero, con independencia de si el vehículo es de tracción delantera o trasera, pues con ello se consigue mayor estabilidad en la frenada y mejor adherencia.
4Si derrapa el tren delantero, el conductor tiende a soltar el acelerador y a girar el volante en el sentido de la curva; esta reacción natural le permitirá, normalmente, recuperar el control. Por el contrario, si derrapan las ruedas traseras, el vehículo tiende a hacer el trompo y resulta muy difícil recuperar la trayectoria. El conductor debería acelerar y girar el volante en sentido contrario al de la curva, un reflejo sólo al alcance de los conductores experimentados.
5Si la presión del neumático es baja, aumenta el consumo, los neumáticos se deforman y se pierde estabilidad. Además, el volante está más duro y hay mayor riesgo de aquaplaning. La presión baja es también la principal causa del temible reventón.
6Si la presión es excesiva, disminuye la huella de pisada y la adherencia, aumentan las vibraciones, se deteriora la suspensión y se reduce el confort. Además, los neumáticos se desgastan de forma irregular y aparecen las grietas. Si la presión está descompensada, la frenada es irregular y la estabilidad, menor.
7Debes controlar la presión de los neumáticos una vez al mes o cada 2.000 km, y siempre en frío. Si excepcionalmente tuviera que hacerlo en caliente, añada 0,3 bar a la presión recomendada. Los neumáticos deben revisarse cada 10.000 km. y sustituirse como máximo, cada 40.000.