El amor está en todas partes y hablar de amor es lo más común. Pero, ¿te has planteado alguna vez a qué nos referimos cuando hablamos de amor? Si nos fijamos en la definición de la RAE, amor es un "sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y se busca el encuentro de la unión con otro ser". Pero esta no es la única entrada, porque también se refiere al amor como "sentimiento hacia otra persona que naturalmente nos atrae y que, procurando reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicarnos y crear". U otra opción más: "sentimiento de afecto, inclinación y entrega a alguien o algo". Y así hasta 14 entradas distintas en el diccionario que nos hablan de las múltiples posibilidades del amor. Hoy, en unCOMO, queremos hablarte de cuántos tipos de amor hay y que representan cada uno de ellos. ¡Descúbrelos!
Meraki: amor experiencial
El amor que sientes por tus experiencias, tus vivencias o por ciertas actividades es el llamado meraki o amor experiencial. Se relaciona con todo aquello que te gusta, por lo que sientes placer y por lo que te aporta felicidad, como viajar, cocinar, bailar, hacer deporte... Esa adrenalina que sientes cuando vas a un concierto o tu equipo gana una competición.
Choros: amor de arraigo
Sentimiento de pertenencia, esto es lo que nos hace sentir choros o el también llamado amor de arraigo. Por ejemplo, es el amor a tu hogar o el que sientes por un lugar al que acabas de llegar, pero te sientes especialmente bien, como cuando realizas un viaje largo y vuelves a tu ciudad, a casa.
Eros: amor estético
¿Se puede amar a objetos o conceptos? Sí, ese sentimiento puede aflorar en ti y se le conoce como eros o amor estético. Se trata de un amor que causa admiración y anhelo, como el que podría transmitirte una obra de arte.
Philautia: amor propio
Philautia es amor propio y es un tipo de amor que se refiere directamente a nuestra autoestima y a la capacidad que tenemos de querernos, cuidarnos y proporcionarnos bienestar a nosotros mismos. Sin duda, es uno de los amores más importantes que experimentarás en la vida.
Philia: amor de amigos
¿Quién no se siente afortunado y lleno de amor cuando piensa en los amigos? Este tipo de lazo que nos une a nuestras amistades se define como philia o amor de amigos. Este sentimiento es sobre el que se construye una amistad verdadera basada en la confianza.
Storge: amor familiar
El storge es el amor familiar, ese que sienten las personas que comparten lazos familiares. Este amor se basa en el cuidado y el afecto, con el objetivo de que la familia siempre esté bien, en paz, en calma y armonía. En ciertas ocasiones el storge puede confundirse con la philia, dado que a ciertas amistades se las puede considerar un miembro más de la familia.
Mania: amor posesivo
Cuando un amor se basa en la dependencia, hablamos de mania o amor posesivo. Estos tipos de amores de pareja suelen ser amores tóxicos cargados de manipulación, dominación y posesión, que pueden provocar mucha ansiedad. Se trata de un amor loco y desmedido, generalmente cargado de complejos y celos dañinos.
Epithymia: amor pasional
Sexo, pasión, deseo... Todo ello es lo que caracteriza a epithymia o amor pasional. Es decir, este tipo de amos se basa al 100% en el deseo y la atracción sexual hacia otra persona, sin intentar buscar algún sentimiento más.
Paixnidi: amor juguetón
Paixnidi significa juego y por ello se utiliza para definir el amor juguetón, es decir, el coqueteo. Este tipo de amor no solo se demuestra en palabras, sino también en juegos de seducción que pueden llevar consigo muestras más atrevidas de afecto a través del contacto físico.
Anánke: amor desventurado
Cuando hablamos de amor a primera vista, realmente estamos refiriéndonos a anánke, un tipo de amor desventurado. Este tipo de sentimiento nace al conocer a alguien y sentir con fuerza que deseas estar con esa persona para siempre, como si el destino así lo tuviera preparado. El sentimiento de estar predestinados desde el mismo instante en que os veis, aunque todavía no os conozcáis, es lo que se conoce como amor desventurado.
Pragma: amor racional
Al lado opuesto a mania o amor posesivo, se encuentra el pragma o amor racional. Se define como un amor tranquilo, sosegado y duradero, puesto que está relacionado con el compromiso a largo plazo. Se aleja del amor pasional y el deseo potente que puede sentir una pareja al principio y se centra más en aquellas ganas de construir una vida en común, más allá de que la pasión vaya disminuyendo con el paso del tiempo.
Koinonía: amor momentáneo
¿Has sentido alguna vez un chispazo emocionante? ¿Una conexión rápida y fugaz? Ese sentimiento es un tipo de amor y se le conoce como amor momentáneo o koinonía. Se trata de un instante que ocurre de manera inesperada, pero que hace evidente una conexión, una mirada o un sentimiento de identificación para con la otra persona. En francés se utiliza el término frisson para describir la emoción o escalofrío que se siente en el momento en el que dos personas sienten esa conexión potente que se ha creado entre ellos de forma inesperada.
Ágape: amor compasivo
Compasión desinteresada e incondicional, así se define el ágape o amor compasivo, un tipo de amor que expresa el sacrificio, el esfuerzo y la voluntad de querer sin medidas. Es un amor que puede relacionarse, por ejemplo, con el que sienten los padres por sus hijos o el que se practica cuando se llevan a cabo obras de caridad de forma desinteresada. La bondad y la hospitalidad para con otras personas es un ejemplo de amor compasivo, algo que se practica en muchas zonas del planeta, sobre todo hacia los extraños.
Si quieres saber más sobre este tipo de amor, consulta el artículo de unCOMO sobre Qué es el amor ágape.
Sébomai: amor reverencial
El último tipo de amor es el sébomai o amor reverencial. Se trata de ese tipo de amor devoto y sumiso hacia una divinidad o un ser superior, por lo que es ese amor que experimentan todas aquellas personas que se entregan en cuerpo, mente y alma a la contemplación divina. No obstante, el amor reverencial puede extenderse también al sentimiento que alguien puede profesar por ídolos, convirtiéndose casi en un amor religioso.
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