Cuando el amor se rompe, cuesta mucho unir de nuevo las fracturas del propio corazón. Duelen los recuerdos, los vacíos en la casa y hasta se sienten escalofríos al pensar en el mañana sin la presencia de dicha persona. Hay que reformularlo todo, incluso a nosotros mismos, sanando heridas, propósitos y apaciguando el torbellino de esas emociones que tanto desesperan.
Los duelos por ruptura de pareja no son fáciles. Tampoco hay un manual de instrucciones que nos sirva a todos por igual y ante la eterna pregunta de cuándo dejará de doler esa ausencia, no hay una respuesta concluyente. Cada persona necesita su tiempo particular para transitar por esa experiencia compleja y desafiante.
Resulta irónico comprobar cómo a veces no nos cuesta en exceso dejar atrás a personas con las que hemos estado dos o diez años. En otras ocasiones, el amor que ha durado solo un par de meses, nunca se supera del todo. Siempre está la cicatriz, la nostalgia, los sueños que nos recuerdan esa vivencia y hasta el callado deseo de volvernos a encontrar a esa figura.
Algo que sí debemos tener claro es que ese dolor que sufrimos tras el fin de ese vínculo no es eterno. Las ilusiones, la motivación y la calma interna germinarán en nuestro interior poco a poco…
Los días que me costará superar mi ruptura de pareja
Superar, pasar página, curar la herida de la ruptura, retomar nuestra vida, aprender a vivir sin la persona que amábamos… Podemos definir ese proceso de múltiples maneras, pero desde un punto de vista psicológico implica una misma realidad: reducir el sufrimiento emocional y habituar al cerebro a vivir sin esa figura que nos era significativa.
Si ponemos el foco en el aspecto neurológico es por una razón. Nuestro cerebro no está preparado para afrontar las rupturas, tanto es así, que procesa estas situaciones como una herida física. Helen Fisher, la conocida antropóloga que tanto nos ha enseñado sobre el amor, realizó un interesante estudio sobre las rupturas en el 2009.
Algo que dejó en evidencia es que el amor por sí mismo es en muchos casos como una adicción. Cuando nos retiran ese componente adictivo, el cerebro no solo inicia un proceso de amarga abstinencia, también entra en pánico. Es común desarrollar pensamientos muy negativos y dejarnos sobrepasar por emociones complejas.
Así, y ante ese malestar, es frecuente que nos ronde una cuestión: ¿cuánto me costará superar mi ruptura de pareja? Intentamos dar respuesta a este tema.
Según la ciencia, debes darte entre seis meses y año de media
En una investigación realizada en Reino Unido concluyeron que aquellas parejas que habían estado casadas y que más tarde se divorciaban, solían pasar página por completo al cabo de un año. El nivel de estrés mental y la carga de las emociones negativas se iban diluyendo poco a poco, hasta que, al cabo de 12 meses, daban paso a una etapa más positiva.
Por término medio, superar una ruptura de pareja, estaría entre los seis meses y el año. La etapa del duelo, es decir, esa fase en la que uno hace frente a emociones como la angustia, la rabia, la tristeza o la melancolía, no debería ir más allá de los tres y los seis meses.
A partir de ese momento se iniciaría esa necesitada reconstrucción de uno mismo, en la que trazar nuevos planes, iniciar nuevas amistades y otras dinámicas cotidianas con las que cerrar por completo una etapa de nuestra vida.
Si la relación ya no era muy significativa, necesitarás tres meses
Hay muchos tipos de rupturas. Las hay traumáticas e inesperadas, esas en las que de un día para otro somos traicionados o abandonados. Cuando se pone fin a una relación de manera unilateral y el amor aún está latente en nosotros, el duelo será más complejo.
Sin embargo, en ocasiones, hay puntos y finales consensuados y rupturas que uno intuye que llegarán. En esos casos en que el afecto está a punto de caducar y la distancia se ve como algo necesario, no pasarán muchos meses hasta que superemos ese punto y final. Por lo general, pueden ser dos o tres meses; el tiempo suficiente para aceptar lo sucedido y adaptarnos.
Superar una ruptura se alargará mucho más si haces lo siguiente
Como bien hemos señalado, el tiempo para superar una ruptura afectiva depende siempre de múltiples variables. Hay personas que no podemos borrar de nuestra mente y que dejan una impronta profunda en nosotras. En cambio, otras las dejamos atrás sin excesivos traumas y complicaciones.
Ahora bien, en ocasiones los duelos por el final de una relación se alargan demasiado. Pero, ¿cuánto es demasiado? -nos preguntaremos-. Si han pasado seis meses y vemos nuestra calidad de vida muy limitada y condicionada por sentimientos de negatividad y desesperanza, es conveniente solicitar ayuda especializada.
Hay luz al final de una ruptura, pero la oscuridad nos atrapará si llevamos a cabo las siguientes prácticas:
- Iniciar una relación de remplazo a los pocos días de experimentar una ruptura. Recordemos que las “relaciones liana” o saltar de una persona a otra para olvidar a una primera no funcionan.
- El duelo se alargará de manera indefinida si vigilamos a nuestra expareja en redes sociales. El deseo por saber qué es de su vida a cada instante cronifica el malestar.
- Optar por el aislamiento y evitar la conexión social.
- Aferrarnos a los recuerdos y alimentar el resentimiento por lo sucedido cronifica el duelo por ruptura de pareja.
- Obsesionarnos por retomar el contacto y solicitar una nueva oportunidad nos colocan en estados de gran indefensión.
Recuerda, el tiempo no cura el dolor emocional, lo hacen tus estrategias
El tiempo, las hojas que arranquemos del calendario o los días que sumemos tras ese final, no curan ni hacen olvidar. De hecho, nunca olvidaremos a quien amamos una vez y tuvimos que dejarlo ir. Sin embargo, lo ideal y necesario, es aprender a vivir con esa ausencia y volcarnos en nosotros mismos para recuperar la felicidad.
Por ello, es importante matizar que no hay un estándar sobre cuánto tiempo nos costará superar dicha relación. Hay quien necesitará un par de meses y otros un poco más. Lo importante es desarrollar adecuadas estrategias para regular el dolor emocional. Lo decisivo es no estancarnos en ideas irracionales o en infravalorarnos por pensar que no fuimos suficiente para dicha persona.
Para superar una ruptura de pareja necesitamos grandes dosis de amor propio, reformular metas y propósitos y conectar con el entorno, los amigos, la familia y las personas interesantes. No cerremos las puertas de nuestro corazón solo porque una relación no salió bien. Amar siempre vale la pena y amarnos a nosotros mismos para disfrutar de la existencia, más aún.