En la actualidad la industria de los videojuegos es una de las más prolíficas y que mayores ingresos consigue. Sin embargo, estos juegos electrónicos son considerados incluso más adictivos que la televisión debido a su sistema de recompensa y a su estructura de repetición, pudiendo así crear gran dependencia en niños y adolescentes. El hecho de recurrir a este método de entretenimiento de manera continua puede provocar una bajada en la producción de los niveles de dopamina, una hormona y neurotransmisor que fomenta las sensaciones de carácter positivo y bienestar. Respecto a cómo afectan los videojuegos a los adolescentes, unComo te muestra una serie de factores que se desatan durante su uso prolongado.
Falta de atención
En primer lugar, uno de los efectos fácilmente visibles que produce jugar a videojuegos de manera prolongada es un aumento en la falta de atención y concentración cuando se llevan a cabo otras tareas, como por ejemplo los deberes, o durante las clases, lo que también implica un descenso en el rendimiento escolar. Sin embargo, los adolescentes y niños se muestran muy concentrados durante las horas de juego, tanto que parecen imperturbables cuando los demás hablan con ellos o les dan alguna orden.
El tiempo es oro
Por otro lado, el juego conlleva una pérdida de tiempo que en ocasiones es intolerable, ya que esas horas dedicadas a este tipo de ocio podrían emplearse en actividades escolares, hacer los deberes y estudiar, así como en otras actividades productivas y beneficiosas para el desarrollo del adolescente. Por eso los especialistas suelen recomendar a los jugadores menos de una hora de videojuegos al día, así como también te sugerimos consultar esta información acerca de cómo saber si mi hijo es adicto a los videojuegos.
Desarrollo adecuado del cerebro
Además el juego prolongado puede dificultar el correcto desarrollo de ciertas partes del cerebro, puesto que los videojuegos tan solo logran estimular las zonas que dirigen el movimiento y la visión. Si bien puede favorecer a la coordinación de ambas actividades, a la larga perjudica la evolución de otras áreas cerebrales.
Beneficios de los videojuegos
A pesar de las desventajas que pueden provocar en el comportamiento del adolescente, los videojuegos también pueden aportar aspectos positivos a los jugadores. Entre ellos encontramos una mejora de la percepción visual, así como de los reflejos, pero también una versatilidad y rápida adaptación a distintas tareas, e incluso contribuyen a procesar las informaciones recibidas con mayor facilidad.
Vida real vs. vida virtual
Por último, el uso prolongado de los videojuegos evidencia un distanciamiento de la realidad por parte del adolescente, estancándose en un universo ficticio y adictivo. De este modo el jugador tiende a introducirse en un mundo virtual que aunque tangiblemente no puede sustituir como el suyo propio, mentalmente puede llegar a interpretarlo como tal y confundirlos, despreocupándose de las actividades y prioridades que realmente importan.