Esta época del año se trata de familias que se reúnen y celebran lo que es importante. Sin embargo, hay otro elemento en una reunión de tantos parientes adultos para Navidad.
Se llama "revértigo":cuando las personas caen en viejos patrones de una etapa anterior de sus vidas.
Es posible que ya conozca el ejercicio:sus hijos adultos vuelven a discutir sobre el pavo asado, o tal vez el más pequeño todavía se considera el "favorito", por lo que los plumas de todos se alteran un poco. ¡Quizás tú y tus hermanos lo hagáis como en los viejos tiempos!
Durante esos pocos días juntos, es como si todos se olvidaran de que son miembros responsables de la sociedad que funcionan bien y, en cambio, están de vuelta en el arenero.
Pero no sientas que es solo tu familia:Relaciones Australia revela que una alta proporción de personas sienten que sus relaciones familiares se ven afectadas negativamente en Navidad, a pesar de toda la alegría del mundo.
Dirigiéndose al carril de los recuerdos
Entonces, ¿por qué puede suceder esto?
No importa cuánto tiempo haya pasado, regresar al hogar familiar puede ser emotivo. Como era de esperar, las personas vuelven a caer en los "juegos, bailes y dinámicas" de las viejas relaciones, dice la psicóloga Clare Mann, con sede en Sydney. Los recuerdos se arrastran, las mismas historias y chistes internos se repiten hasta el punto de la náusea, y resurgen los desacuerdos de larga data.
“Es casi como si de repente todos estuvieran en piloto automático”, explica Clare. “Nuestras defensas bajan, especialmente si también hemos bebido, y volvemos a la vieja forma de ser”.
Viejos hábitos
La neurociencia también puede tener algo que ver con los viejos hábitos y comportamientos que surgen.
Resulta que incluso cuando las personas tienen las mejores intenciones, a veces los patrones están integrados en nuestros cerebros. La investigación incluso muestra que las emociones pueden surgir de diferentes entornos, por lo que algo tan familiar como el hogar de la infancia puede ser un desencadenante poderoso para algunas personas. Y, como muchas de nuestras historias familiares, eso puede significar lo bueno, lo malo y, a menudo, ¡lo francamente complicado!
El olfato es otra indicación evocadora para reiniciar los recuerdos, según la revista Cognition and Emotion. . Una vez que agregas dormir en una habitación infantil o jugar al cricket en el patio trasero, puede ser una vía rápida hacia un campo minado psicológico. "La gente vuelve a asumir esos roles y luego se presionan los botones", dice Clare.
“Esto se debe a que nuestras intenciones y comportamientos inconscientes pueden ser más influyentes que nuestros deseos conscientes. Nuestros cerebros están tan acostumbrados a ser de cierta manera con nuestras familias que simplemente se nos escapa y nos vuelve a colocar en esa vieja rutina”.
Incluso si eso no es lo que realmente quieres.
Una perspectiva brillante
Cada temporada festiva está llena de tantas expectativas de que las cosas salgan perfectas. ¿Adivina qué? ¡Eso no va a suceder! La perspectiva es clave.
“Este año, pregúntese qué le gustaría obtener de la Navidad con su familia en un mundo ideal”, dice Clare. “Luego, después de ver la historia y la realidad de su familia, pregúntese qué es probable que obtenga. De esa manera, no te estás preparando para la decepción”.
También vale la pena repensar cómo te acercas a los demás. Si esperas que alguien actúe de manera negativa, y lo trates como tal, probablemente lo haga.
“No podemos cambiar el mundo, pero si nos cambiamos a nosotros mismos, cambiamos nuestro mundo”, agrega.
El cambio comienza contigo. Entonces, si caes en patrones que ya no te hacen feliz, recuerda que está bien dejar atrás el pasado y no jugar más ese papel.
Tal vez su familia pueda crear nuevos hábitos y rituales maravillosos como adultos que duren toda la vida.
Tu kit de herramientas para las fiestas
Toma en cuenta este consejo para cuando llegue la familia esta Navidad
✔ Tomar tiempos de espera.
Cuando estás exhausto, tus defensas están bajas, por lo que los tiempos de espera son importantes. “Simplemente dígales a todos:‘Voy a acostarme un rato’”, sugiere Clare. Una vez que tenga algo de privacidad, respire hondo y trate de no repasar ningún argumento en su cabeza. En su lugar, trata de poner las cosas en perspectiva y ser lo mejor que puedas ser cuando te vuelvas a unir al grupo.
✔ Admite tu parte.
La autoconciencia es esencial. "Pregúntese:'¿Cuál es mi papel en todo esto?'", dice Clare. “¿Cuál es el tono de mi voz? ¿Y mis cejas levantadas? Una vez que cambies tu comportamiento, cambiará tu dinámica con los demás, ya que ya no podrán aprovechar tus antiguas reacciones”.
✔ Escuche y haga preguntas.
Suena obvio, pero no siempre es fácil, especialmente si se dice algo que te pone a la defensiva. Afortunadamente, es posible que todos estén en la misma página. “Mantenga una mente abierta y haga más preguntas para aclarar lo que realmente están diciendo”, dice Clare. "Preguntas como '¿Qué quieres decir con eso?' y '¿Puedes darme un ejemplo específico?' pueden ser muy útiles".
✔ Planificar actividades.
Ella dice:"Cuando no hemos visto gente en todo el año, luego nos sentamos en la misma habitación durante horas y horas con alcohol y comida pesada, ¿es de extrañar que comiencen los problemas?" Para reducir el riesgo, sugiera una actividad como jugar juegos de mesa, salir a caminar, ver una película o incluso disfrutar de una siesta.
✔ Juego de niños
Trate de disipar los conflictos que surgen de la tendencia a regresar a comportamientos anteriores en las reuniones de adultos.
Esta publicación fue escrita por Gabrielle Tozer. Para obtener más información, visite nuestro sitio hermano Ahora a amar.