¿Sabes cuál es la diferencia entre la ira y la agresión de un niño?
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La ira o la agresión de un niño pueden causar preocupación a cualquier padre. Sin embargo, la ira y la agresión no son lo mismo y deben manejarse de manera diferente en el proceso de desarrollo de un niño. Comprender las diferencias puede contribuir en gran medida al manejo adecuado de estas emociones y comportamientos.
La principal diferencia entre la ira y la agresión es que la ira es una emoción y la agresión es una acción. Como suele ser el caso, la emoción es mucho menos problemática que una acción.
La ira es una emoción protectora en respuesta a la frustración o amenaza. Una persona casi siempre siente ira cuando no se satisfacen las necesidades básicas. Esta emoción nos motiva a tomar medidas contra el mal y proteger nuestros intereses.
La ira manejada adecuadamente puede ser útil para navegar con éxito en la sociedad. Puede ser una emoción secundaria a la tristeza, el miedo o la soledad y puede obligarnos a corregir la situación. Anime a un niño a reconocer su enojo y enséñelo a través de resoluciones saludables.
La ira puede causar problemas cuando no se aborda o se maneja mal. Cuando está enojado, el cuerpo produce más cortisol y adrenalina. Si no se trata, la acumulación de estas hormonas puede causar dolencias físicas como úlceras e hipertensión.
Una persona también puede manejar mal su ira. Esto incluye ser fácilmente desencadenado, usar la ira para dominar o estar absorto en sí mismo hasta el punto de verse a sí mismo como una víctima constante. Estos son algunos pasos para ayudar a un niño a controlar su ira:
- Enséñele a su hijo a reconocer la ira. Señale los cambios físicos que podrían notar. Anímelos a expresar cuándo están enojados y la intensidad de su ira.
- Desarrolle un plan para manejar la ira. A los niños se les puede enseñar a tomarse su propio tiempo fuera o se les puede dirigir hacia un comportamiento calmante como colorear cuando están molestos. Los deportes regulares y otros esfuerzos físicos también ayudan a los niños a quemar el exceso de emociones.
- Asegúrese de que los arrebatos de ira no sean efectivos. No ceda ante una rabieta y, cuando sea necesario, asegúrese de que el comportamiento inapropiado tenga consecuencias.
La agresión es definida por la mayoría de los psicólogos sociales como una acción con la intención de dañar. La intención puede ser mínima, como en el caso de la agresión impulsiva o emocional, o puede haber mucha planificación. La violencia es un subconjunto de la agresión en los casos en que la intención es un daño extremo.
Es importante señalar que ser asertivo no es lo mismo que ser agresivo. La asertividad es actuar con valentía y confianza en uno mismo. No es una acción destinada a causar daño. Se debe enseñar a los niños a usar la asertividad en lugar de la agresión para resolver los problemas que causan ira.
La mayoría de las personas experimentarán algunos estallidos de agresión de vez en cuando. Si bien es normal, toda agresión viola las normas sociales y debe ser examinada y manejada. Aquí hay cuatro tipos de agresión observados en los niños y formas de abordar el comportamiento.
- Agresión instrumental:Una acción diseñada para tomar y quedarse con algo de otra persona. A menudo observada en niños de dos años, esta agresión es una parte normal del desarrollo de la identidad. Ayude a los niños involucrados a hablar sobre una forma de resolver la disputa territorial.
- Agresión reactiva:un impulso de represalia verbal o no verbal. Esta es una reacción emocional generalmente causada por el miedo. Retire al niño de la situación y ayúdelo a comprender su respuesta.
- Agresión relacional:una agresión verbal con la intención de alienar a la víctima de la sociedad. Esta forma de intimidación es común en línea y entre las adolescentes. Anime a su hijo a desarrollar empatía y confianza en sí mismo, controle el uso de dispositivos electrónicos y aborde temprano cualquier comportamiento abusivo.
- Agresión por intimidación:una agresión verbal o física contra una víctima que es improbable o incapaz de defenderse a sí misma. Con suerte, abordar los problemas de manejo de la ira o los primeros signos de agresión evitará una escalada hacia la intimidación. Si no, recuerda que este comportamiento también se puede abordar con comunicación y paciencia. No tenga miedo de buscar ayuda profesional si es necesario.
BIOGRAFÍA DEL AUTOR
Esto es parte de una guía más amplia del sitio web Working the Doors sobre técnicas de manejo de la ira.