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Por qué siento que mi madre no me quiere

Es un tema que no se suele tratar, de hecho parece que hay cierto tabú al respecto, que sea imposible. La realidad es que es algo que existe por raro que alguien le pueda parecer: existen madres que no quieren a sus hijas, y decimos hijas por que normalmente, ese desafecto se dirige hacia ellas.

Las consecuencias en la vida de estas hijas son muchas y las abordaremos en este artículo de unCOMO. ¿Te preguntas por qué siento que mi madre no me quiere? Sigue leyendo y te explicaremos las causas, las soluciones y las afectaciones que tiene este problema.

Por qué mi madre no me quiere

Para responder a esta pregunta tenemos que empezar a hablar de las madres tóxicas, el perfil de mujer que acaba por hacer sentir así a sus hijos. En los últimos años la sociedad ha cambiado demasiado, las vías para no quedar embarazada son muchas, así como se respeta el hecho de una mujer a no ser madre. Las madres tóxicas suelen ser mujeres que no han sido madres por pura voluntad. Ya sea porque es lo que les tocaba hacer, porque no han tenido el derecho a decidirlo o por embarazos no deseados, estas madres han tenido que parir y criar a unos hijos que realmente no deseaban.

Si tenemos esto en cuenta no es tan extraño pensar que no solo no amaran de forma incondicional a sus hijas, sino que además las hayan visto como un problema, una molesta o incluso como una rival que sí que puede tener aquello que ella no ha podido tener.

Además, dentro de las características de las madres tóxicas encontramos:

  • Suelen ser mujeres muy infantiles.
  • Suelen ser mujeres muy narcisistas.
  • Jamás han asumido el papel que les corresponde como madres.
  • Solo se fijan en sus deseos y sus necesidades.
  • Son mujeres muy infelices.
  • Proyectan en sus hijas todo la insatisfacción acumulada.

Cómo identificar una madre tóxica

No hay un único tipo de madre tóxica, esta sensación de que tu mamá no te quiere puede venir de distintos modos. Por ejemplo, hay algunas que envidian todo lo que hay en la vida de la hija, otras que sobreprotejan hasta el extremo para evitar su independencia, otras que intentan anular la voluntad, algunas que absorben, otras que utilizan el victimismo de forma reiterada y permanente, otras madres que actúan de forma dependiente haciendo creer que es un deber de la hija satisfacer todos sus deseos, etcétera.

Sin embargo, algo que es común en todas ellas y que sirve para identificar a una madre tóxica es la utilización de los siguientes aspectos contra sus hijas:

  • Utilizan la culpa.
  • Hacen críticas crueles.
  • Son muy manipuladoras.
  • Humillan constantemente.
  • No tienen empatía.
  • Son muy egoístas.
  • Envidian los éxitos de la hija.
  • No quieren dar independencia a la hija.
  • Hacen sentir que ellas son las víctimas.

Consecuencias de tener una madre tóxica

Aceptar que tu madre no te quiere es duro, de hecho, es uno de los procesos emocionales más complicados de superar, con unas consecuencias que se resienten en todos los aspectos de la vida de la persona. Algunas de estas consecuencias son:

  • Son personas inseguras.
  • Son personas con poca autoestima.
  • Personas con constante necesidad de aprobación.
  • Personas muy autoexigentes.
  • Personas con dificultades en la intimidad emocional.

Todas estas consecuencias tienen una causa común, la falta de amor durante la infancia y la juventud, no obstante, a esta causa hay que sumarle otros aspectos, principalmente, la incomprensión de la sociedad.

Lo hemos explicado en la introducción y lo repetiremos. El hecho de que una madre no quiera a su hija es algo tabú, algo que la sociedad no solo no entiende, sino que mira para otro lado y se niega a ver. Ante estos casos, el círculo cercano no acepta que no existe un amor parental, sino que lo esconden o creen que se exagera.

Cómo tratar con una madre tóxica

Si sientes que tu madre no te quiere es normal querer revertir esa situación. Es probable que hayas pasado tu infancia buscando la aprobación de tu progenitora, pero hicieras lo que hicieras parecía que nada era suficiente. Esto puede llevar a que siendo adulta busques la aprobación constante y te sientas insegura.

Puede que hayas conseguido grandes logros académicos, un buen trabajo, ganes mucho dinero, tengas una familia fantástica, aún así sientes que no eres suficiente. Lo peor de todo es que puede acabar cronificando esa situación, actuando de la misma forma con sus hijos.

Eso es algo que se debe evitar a toda costa. Dependiendo del caso puede ser imprescindible recibir ayuda psicológica para hacer resurgir la persona que ha quedado escondida tras tantos reproches. Debes ser consciente que todo el mundo es capaz de dirigir su vida, que la libertad es algo que nadie te puede quitar, ni tu madre.

Aprender qué es lo que te ha pasado durante toda tu vida es un primer paso muy importante, a partir de aquí podrás aceptar que todos tus esfuerzos para gustar a tu madre serán infructuosos, por lo que deberás distanciarte de ella a nivel emocional -incluso físico- para recuperar tu felicidad.