Las relaciones con los padres no siempre son fáciles. En ocasiones, incluso, llegan a ser realmente complicadas porque, aunque parezca difícil creerlo, tanto el padre como la madre pueden ser tóxicos. Y esto hace muy compleja la relación porque, cuando se viven este tipo de situaciones, es a veces habitual tener que cortar el lazo o poner límites con los propios padres.
Esta situación todavía es más complicada cuando se produce con la progenitora porque, tradicionalmente, se cree que es impensable que tu propia madre pueda ser tóxica o perjudicial para ti. Pero esto sucede en ocasiones. Y, ¿qué hacer? En unCOMO te damos las principales claves para que sepas cómo lidiar con una madre tóxica. Ya adelantamos que el primer paso es reconocer que realmente existe este tipo de relación.
Cómo lidiar con una madre tóxica desde el punto de vista emocional
El plano emocional es el más complicado de trabajar porque la relación tóxica con la madre no siempre es evidente. De hecho, en muchas ocasiones se esconde bajo el concepto de amor, pero no es así. Hay que aclarar que no es que tu madre no te quiera, sino que maneja tus sentimientos para conseguir sus fines, que pueden ser muy diversos como no dejarla sola, no independizarte porque tiene miedo a perderte, la sobreprotección por preocuparse mucho o cualquier otra situación que implique pérdida de control sobre ti. Es una relación que se basa en el abuso, la inseguridad y en crear vínculos que son destructivos para ti porque te limitan. Muchas veces la madre siempre trata de crear sentimiento de culpa en sus hijos, aunque no sea realmente consciente de que lo hace.
Lo mejor que se puede hacer en estos casos para lidiar con una madre tóxica es establecer una distancia mental y afectiva. Es duro, pero realmente es efectivo. En concreto, se trata de que cuando hables con ella levantes un muro en tu mente, para no dejarte influenciar por los comentarios que ella te haga ni te genere ningún tipo de sentimiento.
Solo así podrás conseguir que esa relación tóxica no te afecte de manera importante y puedas hacer tu vida, desarrollarte como persona, tener relaciones y amigos o llevar a cabo cualquier otro propósito o acción en tu vida que tu madre trate de evitar que hagas.
Y, sobre todo, no caigas nunca en el error de hacerte la víctima porque será mucho más complicado salir de esa relación y prolongarás un vínculo que, realmente, te está haciendo daño.
Consejos para comunicarse con una madre tóxica
En casos muy extremos, puede ser conveniente cortar toda la relación con la madre tóxica. Antes de llegar a esta situación, se pueden seguir una serie de consejos para tratar de comunicarse mejor con una madre tóxica y reconducir el vínculo:
- Una de las principales claves es limitar los temas de conversación que se hablan con ella. Por ejemplo, si siempre te hace comentarios sobre tus amistades y el tiempo que pasas con los amigos, reprochándote que ella está sola y no le prestas atención, evita decir que has quedado o con quien has estado y las actividades que hayas hecho con tus amistades. Si no puedes evadir comentarlo, limita la información que le proporcionas, nunca le cuentes todo. Esto lo debes hacer con cualquier tema con el que intente manipularte.
- El tiempo de comunicación también puedes acortarlo. Si no vives con ella, un buen truco es establecer ciertos días para hablar y ver qué tal está y contarle solo lo que creas que debes y que no generará ningún conflicto. Lo mismo puedes hacer con las visitas físicas. Limita siempre el número de veces que vas a verla a su casa a la semana. Afortunadamente, existen las nuevas tecnologías y el tradicional teléfono para seguir en contacto. Unos canales que puedes emplear para mantener conversaciones cortas y con cierta distancia, pero sin romper el contacto.
- Dejar las cosas claras a la madre tóxica es otra opción. Para ello, se tiene que ser contundente y tajante. Por ejemplo, si critica constantemente a tu mejor amiga, puedes decirle que deje de hacerlo o bien no le contarás nada más sobre tu vida personal. Lo mismo lo puedes aplicar si critica tu trabajo, tu pareja, etcétera. Pero tienes que tener claro que esto solo funciona si aplicas lo que has dicho. Es decir, que si ella te vuelve a hacer una de esas críticas o comentarios, tendrás que dejar de hablarle de ello. Deberás asumir las consecuencias y no ablandarte. Esto, claro está, se aplica cuando las críticas y comentarios no son constructivos y no van encaminados a darnos un punto de vista distinto para ayudarnos.
- Gritar no sirve de nada. Nunca caigas en esta trampa con la que solo conseguirás sentirte peor y que tu madre también se altere más. Siempre dialoga en un tono correcto y sin perder la calma.
Expresar las emociones ante una madre tóxica
Cuando se tiene una madre tóxica, es bueno comentarle cómo te sientes con las acciones o los comentarios y críticas que ella puede hacerte. No tienes que tener miedo a expresar lo que sientes y a decírselo claramente. Puede que ella no sea consciente de ello.
De todos modos, aunque te pida perdón y prometa que no volverá a hacerlo, tienes que seguir manteniendo ciertos límites y distancias hasta comprobar que, con el tiempo, es verdad que se ha acabado esa relación tóxica.
Además, te animamos a que le ayudes a intentar dejar de ser una persona tóxica, con los consejos que te damos en este otro artículo.
Son consejos y pautas sobre cómo lidiar con una madre tóxica. En unCOMO te recomendamos que, si tienes este tipo de relación, acudas a profesionales que te podrán ayudar a solucionar la situación y minimizar los efectos y consecuencias negativas de una relación tóxica.