Hay quienes en mitad de semanas agotadoras escogen un día para tomarlo de descanso, esto no es ser un vago, esto es descansar por necesidad y por tu bienestar físico y emocional. Pero cuando un día de descanso, viene otro, y otro más, entonces puede ser que la cosa se te haya ido de las manos. A veces solo se necesita levantarse y moverse, sin embargo, a menudo, la vagancia y la pereza tienen una causa más profunda y oscura que no queremos pensar y mucho menos reconocer. Desde unCOMO queremos que aprendas a cómo dejar de ser un vago con estos consejos que te ayudarán a retomar las riendas de tu vida.
Encuentra la causa de tu vagancia
No es fácil pero si prestas atención lo puedes conseguir. Si te sientes quemado de trabajar demasiado es una señal de que necesitas un descanso o un cambio. Los seres humanos no tienen intención de trabajar todo el tiempo, nuestros antepasados paleolíticos trabajaban alrededor de 20 horas a la semana (sí, nosotros les superamos aunque estemos en la sociedad moderna…).
Quizá tengas miedo a fallar en el trabajo o simplemente no te gusta y no quieres trabajar más en eso. Es importante encontrar el problema directo que te hace sentir esa apatía. Averiguar la causa de la pereza te puede ayudar a hacer los cambios necesarios para ser una persona eficaz y con más energía.
Busca lo que te guste o te apasione
Si empiezas a hacer lo que te gusta recordarás por qué empezaste a hacer otras cosas anteriormente. Aunque a veces, incluso las tareas que más te gustan pueden llegar a ser aburridas y mundanas. Cuando esto sucede, recuerda por qué hacías otras cosas anteriormente.
Puedes encontrar de nuevo esa pasión y en algún momento, llegará a ti de nuevo. Recuérdate a ti mismo los aspectos positivos de las cosas que haces, no solo aquello malo o por lo que piensas que es mejor no mover un dedo. Si encuentras algo que te apasione no sentirás que estés haciendo ningún esfuerzo nunca.
Divide tu tiempo
Las personas trabajan de forma más eficiente cuando tienen suficiente tiempo para el descanso. Descansar no significa que seas vago, solo que también hay que tener tiempo para la desconexión. Puedes crearte un horario de trabajo o de estudio y priorizar al mismo tiempo, los momentos de descanso.
Si descansas lo suficiente podrás sentirte mejor contigo mismo y además de concentrarte más y mejor, también te sentirás con un mayor estado de ánimo, por lo que casi sin que te des cuenta también tendrás más energía para poder abordar las tareas que debas hacer, sean cuáles seas.
Eso sí, si por ejemplo estás realizando una tarea durante dos horas, ten unos 10 o 15 minutos de descanso, pero no alargues demasiado el descanso porque entonces podrías caer en la tentación de dejar de hacer las cosas que tenías entre manos.
Saca toda tu fuerza de voluntad
Sí, aunque ahora mismo no lo veas, tú también tienes mucha fuerza de voluntad en tu interior. Todos los buenos consejos o deseos no servirán de nada si realmente no quieres hacerlo y lo que realmente quieres es seguir cómo estás. En estos casos es importante recordar que eres una persona dotada con inteligencia y que debes aprovechar eso.
Aunque a veces hacer cosas no es que sea del todo divertido, puedes mirar hacia atrás y ver todo lo que has conseguido, y además pensar algo más importante que te hará sentir genial: lo logré.
No deberías sentir que salir de la cama es una obligación cada mañana (si te ocurre esto busca ayuda profesional porque podría ser una señal de depresión que no debes ignorar), aunque en ocasiones te tendrás que obligar a hacer cosas que no tengas del todo ganas de hacer, es un mal menor… por un bien mayor. Cuando acabes una tarea, siempre te sentirás orgulloso/a de haberla realizado.