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Cómo mejorar la relación con mi hijo

La relación con la familia y en concreto con los hijos no está exenta de problemas. Pero hay que ser capaz de tener una buena relación con tu hijo basada en el respeto y en la comprensión. Tu hijo es un ser al que debes considerar un igual, pero muchas veces los padres no saben cómo tratar con los hijos y la convivencia se deteriora por la falta de empatía entre ambos. En este artículo de unComo.com te explicamos cómo mejorar la relación con tu hijo.

Pasos a seguir: 1

Las relaciones familiares muchas veces conllevan conflictos, especialmente con los hijos. Es fundamental saber gestionar la relación con tu hijo y con los consejos que vamos a darte verás como puedes llevarte mejor con tu descendencia. Los problemas entre padres e hijos son habituales pero lo importante es saber cómo gestionarlos para que la relación mejore y vaya sobre ruedas. Lo básico es el respeto, la comprensión y ante todo la empatía.

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Para mejorar la relación con tus hijos debes tener varias cosas en cuenta. Algo fundamental es que siempre haya comunicación entre padres e hijos. Sin comunicación no se fomenta el trato y la confianza. Demuestra que te importa tu hijo, pregúntale qué tal le va. Haz sentir a tu hijo que su vida es relevante y ante todo no lo juzgues. Una comunicación fluida es básica para que siempre haya una buena relación y se detecten problemas a tiempo. Otro aspecto que debes cuidar es dejar que tu hijo tenga su espacio vital y respetarlo siempre. Tus hijos son personas que necesitan intimidad y un lugar donde puedan desarrollarse con libertad y autonomía.

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Relacionado con el espacio vital y personal de tu hijo, nunca debes invadir su terreno. No te pases de cotilla y no entres en su habitación a averiguar cosas. Si hay una comunicación constante con tu hijo, sabrás cómo le va la vida y no tendrás que recurrir a ese tipo de prácticas tan poco respetuosas. Debes ser capaz de marcar los límites con tu hijo de forma educada, respetuosa y tolerante. Está claro que eres su padre o madre y tienes que poner normas pero no te pases siendo dictador. No hace falta gritar para que tu hijo comprenda o haga lo que debe de hacer. Trata a tu hijo como un adulto que te escucha y te comprende y deja que te aporte su opinión.

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Nunca impongas a tus hijos cosas que no sean imprescindibles y que más bien responden a sus deseos o requerimientos. Piensa seriamente en lo que dices a tus hijos porque ellos no están a tu servicio. Debes quererles, cuidarlos y educarlos para que sean personas maduras e independientes. Cualquier demanda debe ir apoyada con razonamientos, no con caprichos personales. Tu hijo no eres tú y es algo que debes recordar porque muchos padres viven su vida a través de la de sus hijos y es un gran error. No intentes que tu hijo sea lo que tú querías haber sido. También es importante que evites sobreproteger a tu hijo en exceso.

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Por último te recomendamos que apoyes sus decisiones personales. Haz lo posible para darle las oportunidades para cumplir sus sueños y su proyecto de vida. Asesórale sobre todo lo que necesite pero nunca impongas tu criterio. Tu deber como padre es ayudar a tu hijo a crecer, confiar en él y potenciar sus habilidades personales. Y siempre debes ser totalmente sincero con tu hijo desde que tiene suficiente edad como para comprender las circunstancias de la vida.