Si no todos logran salir del laberinto de maíz, ¿puedes considerarlo un éxito cuando encuentres la salida? Tal vez no para esta familia de Utah, que dejó atrás a algunos de sus miembros en la masa de tallos de maíz.
Según The Washington Post , un invitado no relacionado encontró a un niño angustiado de 3 años en Crazy Corn Maze en Salt Lake City, Utah, a principios de esta semana. ¡Ay, pobre hombre!
"Estaba llorando, molesto y obviamente asustado", dijo Kendall Schmidt, copropietario del laberinto, a The Washington Post. . “No pudimos lograr que nos diera su nombre”, dijo Schmidt. “Él podía decir el nombre de su hermano y el nombre de su gato, pero no su propio nombre”.
Al principio, Schmidt, de 42 años, no hizo sonar las campanas de alarma porque la pérdida de un hijo en un laberinto de maíz ocurre con bastante frecuencia. El niño vio Buscando a Dory en la computadora portátil de un oficial fuera de servicio mientras los miembros del personal recorrieron el laberinto con megáfonos en busca de su familia. Cuando llegó la hora de cerrar y se fue sin que alguien se adelantara para reclamar al niño, el personal alertó a las autoridades. El niño terminó pasando la noche en la División de Servicios para Niños y Familias de Utah. ¿Esto no te hace querer arropar a tus pequeños un poco más fuerte?
Alrededor de las 7:45 a. m. de la mañana siguiente, mamá llamó a la policía de West Jordan después de finalmente darse cuenta de que su hijo había desaparecido. Cuando llegó a la estación de policía, tenía otros 10 niños con ella. Según USA Today , el niño vive en un hogar con varias familias, lo que podría explicar por qué le tomó tanto tiempo darse cuenta de que él estaba desaparecido.
La División de Servicios para Niños y Familias (DCFS, por sus siglas en inglés) le dijo a la policía que primero tendrían que interrogar a la madre antes de permitirle regresar a su custodia. DCFS está investigando y no hay noticias sobre si el niño de 3 años ya ha sido entregado a su familia. Estamos muy contentos de que esté sano y salvo después de este incidente aterrador.
h/t The Washington Post