¿Alguna vez has notado manchas marrones arenosas en el interior de tus tazas de café? Incluso si les da un enjuague rápido después de cada uso, esa acumulación sigue ahí gracias a unas moléculas diminutas llamadas taninos. Si bien parecen adherirse pase lo que pase, en realidad hay un truco súper fácil para deshacerse de esas manchas en la taza en unos minutos sin usar productos químicos agresivos.
Todo lo que necesita para este proceso de limpieza es una rodaja de limón, bicarbonato de sodio y una esponja o toalla de papel. Primero, frota la rodaja de limón por todo el interior de tu taza. La acidez del limón puede ayudar a descomponer las manchas en la superficie. Luego, cubre todo el interior de tu taza con una cucharada o dos de bicarbonato de sodio. No es necesario que quede una capa muy gruesa, pero sí la suficiente para que el bicarbonato de sodio reaccione con la base de jugo de limón. Sabrás que la reacción química está funcionando si ves un ligero burbujeo proveniente de la superficie.