EsHowto >> Relaciones Familiares >> Familia

Cómo manejar la rabieta de su hijo cuando se niega a ir a la escuela

¿Cómo manejar la rabieta de su hijo cuando se niega a ir a la escuela?

Cómo manejar la rabieta de su hijo cuando se niega a ir a la escuela

Foto de Element5 Digital en Unsplash

La crianza de los hijos no es una tarea fácil, y la mayoría de los padres tienen que lidiar con arrebatos en algún momento. A menudo, los niños se molestan por cosas menores que van desde un juguete roto hasta que no se les permita ver sus programas favoritos. Pero lidiar con las rabietas puede llevar la paciencia de los padres al extremo. Lamentablemente, algunos niños incluso se niegan a asistir a la escuela y muchos carecen de las habilidades para manejar esto.

Estos son algunos consejos para ayudarlo a controlar las rabietas de su hijo:

Identificar la fuente de las rabietas 

Trate de desentrañar los desencadenantes de los cambios de humor, uno de esos desencadenantes es la comida chatarra, y debe sustituirla por fuentes de alimentos nutritivos. También puede disminuir los cambios de humor estableciendo una rutina de sueño y asegurándose de que su hijo descanse lo suficiente.

Examinar por causas físicas

Si su hijo se queja de síntomas físicos, consulte al médico y hágalo revisar. No es necesariamente que le haya pasado algo terrible a su hijo, pero asumirlo tampoco es bueno. El acoso es frecuente en las instituciones de aprendizaje, y si su hijo experimenta esto, es posible que no quiera volver.

Hable con el maestro sobre las lesiones y considere inscribir a su hijo en un centro de educación infantil. De esta manera, disfrutarán de un programa apropiado para el desarrollo que incorpore experiencias tanto en interiores como al aire libre y es probable que les encante más la escuela.

Hable con su hijo

Sienta a tu hijo y descubre lo que quiere. Revise sus sentimientos, pregunte cómo estuvo su día y esto les permitirá hablar sobre sus emociones. La mayoría de los niños no pueden expresar sus sentimientos exactos, así que evite presionar a su hijo para que hable.

En su lugar, use un cuestionario de rabietas para niños pequeños y asegúreles que estará allí para apoyarlos. Por último, explique los beneficios de volver a la escuela y establezca un plan claro sobre cómo hacerlo. También puede involucrar a otros miembros de la familia para establecer reglas básicas de la casa que aborden el comportamiento apropiado. Al hacerlo, le resultará más fácil controlar las rabietas de su hijo.

Evitar sermones

Su hijo podrá hablar libremente cuando esté tranquilo. No importa cuán molesto esté, mantenga la calma y controle su temperamento. Hable en voz baja y evite largas charlas sobre los beneficios de volver a la escuela. Las conferencias pueden hacer más daño que bien y empeorar el problema. Tómese el tiempo para escuchar a su hijo, aprenda a detener las rabietas e involúcrelo en la decisión de regresar a la escuela.

Buscar apoyo

Las emociones suelen ser altas en un momento como este, y es bueno distanciarse de la situación. Que alguien más resuelva la situación. Por ejemplo, si su hijo tiene problemas para separarse de la madre, considere que el padre, un familiar o un amigo lleve al niño a la escuela. Y esto debe continuar hasta que el niño pueda ir a la escuela sin problemas y sin rabietas. Si esto no funciona, considere intervenciones terapéuticas para las rabietas.

Quedarse en casa no debería parecer atractivo 

Si su hijo está enfermo, no haga de su hogar una zona de confort. Hágales entender que necesitarán ver al médico, descansar en la cama, mantenerse alejados de la televisión, los videojuegos y otros aparatos electrónicos. Aunque esto pueda parecer obvio, es sorprendente cómo los niños no van a la escuela pero dominan toda la casa haciendo lo que les gusta. No ofrezca muchos regalos, atenciones o simpatías, además esto hará que quedarse en casa sea más placentero.

Reflexiones finales

Los niños a menudo tienen rabietas y esto puede ser desalentador para la mayoría de los padres. Sin embargo, esto es algo común y debe idear formas de controlar las rabietas de su hijo y ayudarlo a calmarse. Algunas de las mejores ideas son hablar con su hijo, evitar sermones, verificar si hay lesiones y solicitar apoyo.