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Cómo limpiar el biberón

Antes de esterilizar los biberones, es imprescindible realizar una limpieza minuciosa de los mismos. Para los bebés recién nacidos es necesario esterilizar los biberones siempre después de cada toma para mayor seguridad. Pero, cuando la criatura tiene más de cuatro meses, no es necesaria una esterilización tan seguida de los biberones y chupetes, y con la limpieza es más que suficiente. Lavar el biberón del bebé puede parecer una tarea complicada si pensamos en los microorganismo y las bacterias que pueden generarse después de la toma. Pero en realidad existen formas muy sencillas que dejarán el biberón de tu bebé completamente limpio. En este artículo de unComo te mostramos unos sencillos pasos para que sepas cómo limpiar el biberón de tu bebé.

Pasos a seguir: 1

Antes del primer uso del biberón siempre es recomendable esterilizarlo como método de prevención y seguridad. Después, a no ser que el pediatra encargue específicamente esterilizar siempre los biberones, puedes esterilizarlos cada dos o tres tomas. Lo que si es imprescindible es lavarlos minuciosamente. La forma de limpiar los biberones más efectiva y usual es con agua y jabón.

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Justo después de la toma, se ha de limpiar el biberón para evitar que los residuos de la leche se adhieran al recipiente y generen bacterias y microorganismos. Cada una de las partes del biberón (recipiente, tetina y tapa) deberán limpiarse por separado con agua caliente y lavavajillas. Límpialas minuciosamente y acláralas con abundante agua. Puedes utilizar un detergente especial para biberones o el lavavajillas que utilices en casa.

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Una vez hayas limpiado cada una de las partes del biberón con agua y jabón, es recomendable que utilices cepillos especiales para limpiar el biberón. Con las escobillas para biberones podrás llegar a todas aquellas partes que no pudiste limpiar en el paso anterior. Insiste, sobre todo, en la rosca del biberón y en los bordes interiores tanto del recipiente como de la tetina.

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Una vez finalizada la limpieza del biberón, se deberán dejar secar cada una de las piezas por separado en un lugar limpio y donde le de el aire. Coloca las pieza hacia abajo para que las gotitas de agua se escurran y no se adhieran al biberón.

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Cuando todas las partes del biberón estén bien secas, ya puedes guardarlas en un lugar seguro y limpio. Es muy importante que no guardes el biberón montado, es decir, guarda las piezas separadas.

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¡Y listo! Ya tienes el biberón de tu bebé bien limpio y listo para prepararlo para la próxima toma. Si tu bebé es recién nacido, ahora es el momento de esterilizar el biberón, justo después de limpiarlo minuciosamente.