El cordón umbilical cumple una función crucial para un bebé por nacer durante su tiempo en el útero, y en los días y semanas posteriores al nacimiento, el cuidado del cordón del bebé es esencial.
El cordón umbilical:qué sucede después de cortarlo
El cordón umbilical proporciona alimento al feto durante todo el embarazo. Una vez que el bebé ha nacido, el cordón se pinza y se corta, lo que da como resultado la presencia de un muñón. Con el tiempo, el muñón se convierte en lo que luego se reconoce como el ombligo o el ombligo.
Se corta el cordón y se deja un muñón de dos a tres centímetros. Se corta con tijeras estériles, lo que debería reducir cualquier riesgo de infección en el muñón restante. Aunque se usan tijeras para cortar el cordón de la placenta, debido a la ausencia de terminaciones nerviosas, el bebé no siente dolor ni molestias. El cordón se caerá por completo entre cinco y quince días después del nacimiento. Durante ese período, la apariencia del cordón cambia dramáticamente de un cordón de aspecto saludable a un artículo arrugado de color marrón negruzco que se cae porque el segmento que lo une al ombligo ha muerto. Una vez que se ha caído, el área puede volver a aparecer ligeramente en carne viva. En algunos casos, el área puede sangrar levemente. Esto no es motivo de preocupación y es perfectamente normal.
Cuidado del cordón infantil:práctica recomendada para los padres
Para todos los padres primerizos, el sitio inicial del cordón cortado puede ser molesto ya que el segmento de cordón que queda aparece blanco y brillante, de un color diferente al de la piel circundante. Es esencial que los padres entiendan y practiquen adecuadamente cuidado inmediatamente después del nacimiento. El cuidado del cordón umbilical infantil es simple, siempre que se mantengan las medidas básicas de sentido común:
- Mantenerse seco - Es una buena idea mantener el cordón seco siempre que sea posible hasta que se caiga. Es un error común pensar que los recién nacidos deben bañarse todos los días. Este no es el caso, y un simple lavado de "cabeza y cola" será suficiente en la primera semana después del nacimiento. Esto se puede llevar a cabo utilizando un recipiente pequeño o fregadero lleno de agua y un paño o algodón. Esto permite que el cordón no se empape en agua, lo que puede ablandarlo e interrumpir el proceso de cicatrización/secado.
- Limpie el cable por separado - Esto se puede hacer con agua estéril tibia y algodón. Se ha llegado a la conclusión de que el agua es un buen producto de limpieza, si no mejor, que otros fabricados.
- Contaminación con desechos corporales - Existe la posibilidad de que el cordón entre en contacto con heces y orina del pañal. Para evitar esto, gire la cintura del pañal (si usa desechable) hacia abajo, permitiendo que el cordón quede libre fuera del pañal. Permitir la exposición al aire ayudará a un proceso de curación más rápido. Si en algún momento el cordón se cubre de materia fecal, es recomendable limpiarlo con una ligera dilución de agua jabonosa ya que las heces pueden tener una consistencia aceitosa y, por lo tanto, difíciles de eliminar con agua sola.
- Evite usar productos para el cuidado del bebé - Está bien usar productos para el cuidado del bebé como talco y aceite de masaje en el tronco, los brazos y las piernas del bebé. Sin embargo, es esencial evitar que los productos se acerquen demasiado al cable. Si se acumula una acumulación de producto, puede ser difícil eliminarlo y podría crear la necesidad de restregar alrededor del muñón del cordón para eliminar el producto. Esta acción puede causar un traumatismo innecesario en el cordón.
- Deja que la naturaleza siga su curso - Cerca del momento en que el cordón está a punto de caerse, muchos padres tienen la tentación de quitarlo ellos mismos manualmente. Esto no es aconsejable ya que puede causar un trauma en el área alrededor del muñón e incluso puede provocar sangrado y una posible infección.
Cuándo buscar asesoramiento
Para la mayoría de los padres y sus bebés recién nacidos, la eventual pérdida del cordón es un evento sin problemas. En muchos casos, el cordón se cae sin que los padres se den cuenta. En algunos casos, el cordón puede infectarse, especialmente si no se ha cuidado con cuidado el cordón. Los siguientes signos de advertencia pueden indicar la posible presencia de infección:
- Enrojecimiento generalizado - puede parecer que el área del cordón se está volviendo roja o cambiando de color. En casos graves de infección, el muñón del cordón también puede estar muy hinchado.
- Fiebre - el bebé puede tener una temperatura corporal más alta de lo normal que es difícil de reducir. Los signos iniciales de esto pueden ser un aumento del llanto y dificultad para calmarse.
- Presencia de pus - el sitio del cordón puede supurar pus de color amarillo que previamente no se había notado.
- Sangrado - con o sin pus, el cordón puede sangrar.
- Mal olor - por lo general, coincidiendo con la presencia de pus, puede haber un olor desagradable prominente en el sitio del cordón.
Si se produce alguno de los cambios anteriores, es crucial que se consulte a la partera o al médico. Las infecciones no desaparecen sin tratamiento:por lo tanto, cuanto antes se busque asesoramiento y tratamiento, más rápido se puede curar la infección.