La ciencia está de acuerdo:los niños necesitan jugar.
Históricamente, los niños han participado en una gran cantidad de juegos no estructurados, no programados e incluso, ¡jadeo!, sin supervisión. Todo eso cambió cuando las iniciativas educativas, los programas extraescolares y los estándares de crianza modernos obligaron a los niños a renunciar cada vez más a su tiempo libre. Ahora, los investigadores afirman que el juego es esencial para el bienestar y el desarrollo de los niños.
Probablemente ya sepa que la actividad física regular puede ayudar a los niños a evitar la obesidad y otros problemas de salud. Sin embargo, ¿sabías que el juego libre también puede mejorar el rendimiento de un niño en la escuela? Los científicos han descubierto que los niños se concentran y se comportan mejor después de asistir al recreo. El juego libre también permite a los niños superar sus miedos. Además, puede ayudarlos a regular su estado de ánimo y desarrollar confianza.
El juego (sin dispositivo móvil en la mano) también permite a los niños explorar el mundo que les rodea y tomar decisiones personales enriquecedoras. Estos momentos de empoderamiento mejoran dramáticamente la capacidad de un niño para socializar y comunicarse con sus compañeros. Según un estudio reciente, los niños necesitan participar en situaciones sociales auténticas para desarrollar empatía y aprender a controlar sus emociones. El juego brinda a los niños una oportunidad saludable para redirigir su adrenalina.
Los investigadores han señalado la innegable conexión entre el juego y el bienestar social, físico y emocional de un niño. Por esta razón, muchos padres y educadores abogan por más tiempo libre.
Estas ideas pueden hacer que algunos cuidadores reconsideren las restricciones que imponen a sus hijos. Con los medios de comunicación aumentando nuestra paranoia e ideas preconcebidas, debemos dar un paso atrás y examinar nuestras propias vidas para decidir qué funciona mejor para nuestros hijos. Los estudios muestran que permitir que los niños jueguen al aire libre por sí mismos genera resultados positivos. Sin embargo, permitir que los niños salgan solos requiere que soltemos las riendas.
Contrariamente a la creencia popular, la falta de dirección impulsa a los niños a tomar decisiones positivas. Cuando los niños son libres de tomar sus propias decisiones, tienden a estar más motivados e independientes.
Muddy Smiles ha compilado una lista de 21 beneficios del juego basados en evidencia para que los explores. Míralos en la siguiente infografía.