El rasgo central de un padre narcisista es la negación de su descendencia. Eso quiere decir que no reconoce la individualidad e integridad de sus hijos, sino que los ve solo como un apéndice de sí mismo. Por eso, piensa que tiene derecho a usarlos y manipularlos a conveniencia.
Un padre narcisista ofrece a sus hijos un afecto totalmente condicionado. Si ellos lo complacen, reciben el amor paterno. Si no lo hacen, este tipo de padres no tendrán problema en privarlos de su atención e incluso de su protección económica y física.
Está claro que muchos papás quieren sentirse orgullosos de sus hijos y ven en ellos, de uno u otro modo, una continuidad de su propia existencia. Sin embargo, esto por sí solo no define al padre narcisista. Este se configura como tal cuando hace de sus hijos un instrumento más para su autoexaltación. Los principales rasgos de estos padres son los siguientes.
1. Usar al hijo: rasgo distintivo de un padre narcisista
Un padre narcisista usa a su hijo para realizar sus propios sueños , deseos y metas. Le parece que esto es natural y por eso no se limita para definir la vida de sus descendientes, sin consultar lo que ellos quieren.
Es muy habitual que los acostumbre a recibir la aprobación antes de hacer cualquier cosa. De este modo, es el padre el que les dice qué profesión deben elegir, que clase de pareja es la que necesitan, cómo vestirse, cómo peinarse, etc. Él, y solo él, es el que sabe lo que conviene.
2. Margina al hijo que piensa de manera diferente
Como efecto de lo anterior, el padre narcisista rechaza por completo al hijo que se aparta de sus órdenes y mandatos. No se trata solo de un choque, sino que llegan a marginar al hijo completamente. Para este tipo de padres es inaceptable que el hijo piense con cabeza propia.
A veces niegan que sea su hijo. Otras veces lo chantajean con la mesada, cuando todavía dependen económicamente de ellos. También es posible que dejen de hablarles para siempre o que los humillen y maltraten en público.
3. Exhibe socialmente los logros del hijo
Por contraste con lo dicho antes, un padre narcisista no perderá oportunidad para apropiarse de los logros de sus hijos, siempre que estos coincidan con lo que él quiere. No se enorgullece de sus hijos, sino que se ufana de sí mismo cuando ellos consiguen algún triunfo.
Es típico que si antes han marginado a un hijo porque no obedeció sus mandatos, después automáticamente lo acepten cuando obtiene algún logro importante. Todo aquello que les permita autoexaltarse lo aceptarán de buena gana.
4. Manipula a su hijo para cumplir sus propósitos
Estos padres se valen frecuentemente de la amenaza y la coacción con sus hijos. Es habitual que los culpen por no ser o hacer todo lo que ellos quieren. O que los denigren y los humillen si no cumplen con sus expectativas o los desobedecen. No tienen problema en insultarlos o castigarlos en público.
Los padres narcisistas son aquellos que amenazan a sus hijos con no apoyarlos económicamente si no cumplen sus órdenes. Así mismo, como ya se anotó, condicionan su afecto: si sus hijos cumplen con los parámetros que ellos imponen, les dan afecto. De lo contrario, solo les ofrecen frialdad o desprecio.
5. Es psicorígido
Los padres ejercen un rol de autoridad en la familia y si son narcisistas, llevarán ese papel hasta el extremo. Por eso pretenderán controlar hasta los más mínimos detalles en la vida de sus hijos y lo harán de una manera inflexible.
Para estos padres, la reafirmación individual de uno de sus hijos es una amenaza. Que existan y decidan con independencia se convierte en una afrenta. Para mantener todo bajo su mando, instaurarán una regla incuestionable para todo: al final, se hace solo lo que ellos digan.
6. Carece de empatía
Como ocurre con todos los narcisistas patológicos, estos padres carecen de empatía. La realidad comienza y termina en el marco de su propio ego. Por eso no entienden el sufrimiento o la felicidad de sus hijos y tampoco se esfuerzan en hacerlo.
Es muy habitual que los hijos de un padre narcisista también tengan dificultades para entenderse a sí mismos. Sus pensamientos y sentimientos no son validados y mucho menos comprendidos. Es muy común que frente a esto, o rompan con el padre, o adopten un yo falso.
7. Es posesivo
Los padres narcisistas se muestran celosos con sus hijos, muchas veces de forma absurda. Les molesta, por ejemplo, que adquieran una afición que los apasiona. Esto es una señal de autoafirmación y por eso es rechazada de inmediato.
También es muy probable que sean hipercríticos con los amigos o las parejas de sus hijos, a menos que estos entren en su órbita de influencia. Es frecuente que, adicionalmente, minimicen a la madre o recelen de la relación de los hijos con ella.
Quienes tienen un padre narcisista pueden volverse rebeldes sin causa, sacrificados y sufridos emprendedores o convertirse en el apéndice que sus padres desean. Se trata de una circunstancia compleja que la mayoría de las veces solo puede ser solucionada en terapia.