Criar a un hijo, en ocasiones, puede resultar una tarea abrumadora llena de grandes responsibilidades y momentos de incertidumbre ante lo que se debe hacer. Ellos son personas, niños que llegado un día se convertirán en adultos y que durante estos años de niñez están bastiendo los pilares más importantes de lo que será su personalidad. A nivel psicológico, la autoestima es una de las características más importantes para una persona. Pero si los adultos que mentalmente son más fuertes y están seguros de sí mismos tienen días de baja autoestima, ¿qué no debe pasar con un niño que vive aún más de cerca la impotencia y la frustración?
No se trata de criar a temerarios, engreídos ni que se crean capaces de todo, pero debemos de ser capaces de darles a nuestros hijos las herramientas para que puedan adaptarse al mundo, sentirse orgullosos de quienes son y ser conscientes tanto de sus potencialidades como de sus limitaciones. A ser conscientes de que tienen capacidad para superar los retos que seguro le deparará la vida.
Es por eso que en el siguiente artículo de unCOMO te queremos hablar acerca de la autoestima en niños, de los síntomas que manifiestan su ausencia y de cómo subir la autoestima de un niño.
Qué es la autoestima
Antes de empezar, primero de todo es importante aclarar los conceptos sobre los que vamos a hablar, puesto que hay mucha gente que se confunde cuando hablamos de términos como la autoestima, confundiéndola con la chulería o la vanidad.
La autoestima son una serie de sentimientos y creencias acerca de nosotros mismos, es decir, la percepción de lo que somos. Esta forma de observarnos, esta imagen mental que hemos configurado sobre nuestras capacidades y limitaciones influye de forma determinante en nuestro comportamiento, nuestra actitud con la gente y las motivaciones que tenemos en la vida.
La autoestima y los patrones que regirán nuestro comportamiento empiezan desde muy pronta edad. Ya cuando somos bebés sentimos una sensación de triunfo y felicidad cuando logramos finalizar con éxito un objetivo que nos habíamos propuesto y, este sentimiento, hace que aumente nuestra autoestima y nos sintamos capaces de afrontar nuevos retos. Por el contrario, la frustración actúa de forma negativa. Pero nuestra autoestima no solo se desarrolla a través de nuestras acciones, como seres sociales, también se ajusta con las interacciones con la gente que nos rodea, gente que en la infancia, principalmente, son los padres. De ahí que sea tan importante que los padres ayuden a los hijos a que fomenten una imagen sana de ellos mismos, una imagen que se ajuste a lo que realmente son.
Esto significa que la autoestima no solo se define por la sensación de capacidad respecto a algo, sino que también interviene el sentimiento y la sensación de ser amado. Un niño que logra un objetivo con éxito pero que no sienta cariño puede desarrollar baja autoestima. Del mismo modo, otro niño que no logre alcanzar sus objetivos y que sienta dudas sobre las capacidades puede estar más equilibrado si se le brindan las herramientas necesarias para subir su autoestima.
La importancia de la autoestima para el niño
La autoestima es un escudo necesario para poder afrontar los desafíos que llegan de forma inherente en la vida. Si los niños se sienten cómodos consigo mismos podrán afrontar los conflictos que les lleguen, por otro lado, los niños con autoestima baja tenderán a sentir frustración y ansiedad, lo que conllevará mayores dificultades para solventar problemas, acabando por ser retraídos y pasivos, escudándose siempre en el "no puedo" o en el "no soy capaz".
Por otro lado, un niño con baja autoestima puede desarrollar síntomas de ansiedad y frustración ante cualquier desafío. Cada vez se harán más presentes los sentimientos autocríticos y en vez de buscar solucionar los problemas que les aparecen se encasillaran en un "no puedo" perpétuo.
Baja autoestima en niños: síntomas
La autoestima de los niños, igual que la de los adultos, no es algo estable durante el tiempo, sino que puede fluctuar, cambiar y ajustarse dependiendo de las experiencias y las percepciones de la persona. El hecho de que podamos ponerle solución hace que gane importancia la capacidad de detectar la autoestima baja en niños a través de sus síntomas para saber si la percepción de tu hijo respecto a sí mismo es adecuada o no:
- Los niños que tienen baja autoestima no quieren probar nuevas experiencias.
- Pueden referirse a si mismos de forma negativa, por ejemplo, diciendo que nunca podrán aprender algo, que no les importan a nadie o que son tontos.
- Se rinden fácilmente y no toleran la frustración.
- Esperan que otro haga las cosas por ellos.
- Son muy críticos y se decepcionan por sí solos.
- Suelen ser pesimistas.
Por otro lado, los niños con una sana autoestima suelen actuar de forma muy diferente:
- Disfrutan estando con otros niños y gente.
- Están cómodos entre grupos de gente y también cuando están solos.
- Expresan emociones negativas sin necesidad de atacarse a sí mismos. Un ejemplo de ello es que en vez de decir "soy tonto", un niño con la autoestima sana dirá "no lo entiendo".
- Saben cuáles son sus puntos fuertes y sus puntos débiles.
- Suelen ser optimistas.
Cómo subir la autoestima de un niño
Demuestra tu amor
Puede parecer algo obvio y la realidad es que la gran mayoría de los padres aman a sus hijos, pero amarlos no significa que ellos los sientan así. Demuéstraselo, dile que le quieres, bésalo, abrázalo, hazle ver que lo aceptas tal y como es que te da igual si es mejor o peor en en algo, que el amor está por encima se sus destrezas.
Algo que debes empezar a poner en práctica es la forma en la que lo riñes cuando hace algo mal. Es muy importante que el niño comprenda que lo que estás riñendo es la forma en la que se ha comportado, que no es al él, sino lo que ha hecho. En ningún caso debemos decirle que es malo, sino que debemos optar por frases como "lo que has hecho no ha estado bien, no lo vuelvas a hacer".
Préstale atención
Dedícale tiempo a tu hijo, tiempo de calidad, tiempo individualizado. Si tienes más de uno es bueno que tengas un momento de intimidad por separado con cada uno de ellos: id a pasear, cocinad juntos, jugad, prestarle atención creará en él la sensación de que es una persona importante y valiosa en tu vida.
Es verdad que no siempre tenemos todo el tiempo que querríamos, si ese es tu caso tampoco debes martirizarte, basta con prestarle atención cuando él te lo requiera. Si te está hablando estate atento, mírale a los ojos, demuéstrale que lo que le dices no te es igual.
Marca límites claros
El niño tiene que tener unas reglas marcadas que no se puedan quebrar, da igual las veces que lo tengas que repetir, hay determinadas reglas con las que debes ser inflexibles puesto que esto le dará seguridad. Por ejemplo, si le dices que no se puede jugar a la pelota en casa no debes permitir que lo haga, debes hacerlo de una forma clara y permanente.
Permítele escoger
La autoestima hay que fomentarla, no podemos tratarle como a alguien inepto y luego esperar que sea autosuficiente y confíe en su criterio. Es por eso ya desde pequeño debemos empezar a ofrecerle opciones sobre las que pueda escoger, consiguiendo de este modo que se vaya creando un criterio en el que pueda confiar. También hay que ser conscientes de sus capacidades, por ejemplo, a un niño de 2 años no lo podemos hacer escoger entre muchas opciones, una buena forma es darle a escoger entre 2: "¿Qué quieres los pantalones grises o los pantalones tejanos?", a medida que vaya creciendo, con 3, 4, 5 y más años ya podrás preguntarle entre más opciones, ayudando a que se construya una autoestima sana.
Cómo fomentar la autoestima en niños
Tolera los errores y enséñale
Las broncas no son la solución a todo, nuestro objetivo no es hacer que se sienta mal por sus errores sino que aprenda de ellos y que no vuelva a cometerlos. Si pone el vaso demasiado cerca del borde de la mesa y se cae de un golpe no debemos regañarle. A todos nos ha pasado y es un error lógico, no hagas que se sienta mal por ello. Por el contrario hazle entender cuál ha sido su error, pregúntale qué debería haber hecho para que eso no ocurriera, etcétera.
Del mismo modo, cuando seas tu mismo quién cometa un fallo debes admitirlo. Esa es la mejor manera de enseñar a tu hijo que puedes equivocarte, aceptarlo y reponerte con toda la tranquilidad.
Ayúdale a ser independiente
Debes fomentar que pueda ser independiente y no ponerle demasiado impedimentos. Entiende que el mundo está hecho por y para adultos, lo que provoca que muchas veces los niños se sientan frustrados. ¿Qué te pasaría por la cabeza si fueras incapaz de desabrocharte el botón del pantalón, si no llegaras al grifo para lavarte los dientes, si necesitaras a alguien para que te acercara cada cosa? Facilítale la vida poniendo sus juguetes en un sitio donde llegue, pon banquetas en el baño para que pueda ser independiente, elige ropa que se pueda poner él solo. De este modo aprenderá desde pequeño que es un persona independiente que debe hacerse las cosas por sí mismo y que no siempre tendrá a su madre pendiente de todo lo que quiere.
Premia las cosas buenas
A menudo nos centramos en hacer que cambie las cosas malas que hace y obviar aquello que tiene de bueno, para aumentar la autoestima de un niño es muy importante que te esfuerces en reconocer aquello que hace bien. Lo mismo que decíamos cuando se equivocaba lo tenemos que aplicar cuando hace algo destacable. No basta con "buen chico" o "te has portado bien", es mejor reconocer las acciones concretas para que sepa qué es lo que estás premiando: " estoy orgullosa del esfuerzo que has puesto en este trabajo, ese esfuerzo te ha dado una recompensa", "te felicito por lo bien que te has comportado durante toda la cena". Esto hará que se de cuenta que ha hecho algo bueno y su autoestima se verá recompensada.
Trata de ponerte en su lugar
A menudo evaluamos a los niños según nuestros criterios, razón por la cuál vemos como tonterías muchos de sus comortamientos. Para un niño de 3 años salir a jugar al parque es algo maravilloso, por lo que si llueve y no se puede ir puede que lo vea como algo catastrófico. En vez de enfadarte por su rabieta, algo comprensible, debes intentar ponerte en su lugar y comprender eso que siente. A partir de allí hacerte entender que, aunque sabes de la importancia que tiene para él, no siempre se puede hacer lo que uno quiere y que las formas de expresar el descontento no son el pataleo y la rabieta. De eta forma haces que sienta que lo que el cree tiene una importancia a la vez que moldeas su carácter.
Reforzar autoestima en adolescentes y niños
No hagas comparaciones
Las comparaciones siempre son malas, ponen el foco de atención en otro lado y dejan de lado que lo importante es que tu hijo sea único, con sus virtudes y defectos, pero con una autoestima sana y la capacidad de superar los problemas. Evita las frases como "¿Por qué no estudias como lo hace Pedro?" o "aprende de tu hermana que está tranquila", puedes decir lo mismo sin la necesidad de compararlo con otra gente. Lo mismo ocurre con las comparaciones positivas, que pueden ponerlo en un nivel de exigencia que no siempre podrá alcanzar. Para que aprenda a valorarse debe entender que lo quieres por quien es, no porqué sea mejor o peor que otros.
Demuestra con el ejemplo
Es bien sabido que muchas de las cosas que aprenden los niños lo hacen por imitación y en los primeros años de vida el principal modelo que tienen a su disposición son sus padres. De ellos aprenden la mayoría de las cosas que irán forjando su personalidad. Es por eso que es muy importante mostrar que tu tienes tu propia autoestima, que estás orgulloso de aquello que consigues y que no te frustras o martirizas cuando algo no te sale bien. En este sentido, en el siguiente artículo de unCOMO te explicamos cómo mejorar mi autoestima.
Anímalo siempre
Igual que sucede con los adultos, es importante que el niño sienta que hay alguien detrás de él que, aunque falle, estará allí para ayudarlo. No debemos empujarlo a triunfar sino animarlo durante el camino, mostrándole que está progresando y que, si sigue así tarde o temprano lo conseguirá. El foco no debe estar en el logro sino en los pasos que se dan para conseguirlo.
Cuándo acudir al psicólogo
Desafortunadamente mucha gente aún desconoce la tarea del psicólogo y se creen que la atención de este tipos de profesionales solo es necesaria o deseable en algunos casos extremos. La realidad es que la salud mental es tan importante con la física y, del mismo modo que llevamos al médico a nuestro hijo cuando se encuentra mal, si sospechamos que tiene síntomas de baja autoestima, deberíamos considerar acudir a por el consejo de un profesional.
Allí le ofrecerán terapia, actividades para la autoestima en niños y le enseñaran a valorarse y entender el mundo positivamente. Cuanto antes se detecte y cuanto antes se empiece a trabajar para cambiarlo más fácil será que tu hijo sea feliz.