Que un individuo desarrolle o no un trastorno de personalidad durante el curso de su vida está determinado por muchos factores, incluyendo la genética y la biología. El entorno familiar y la crianza de los hijos pueden aumentar o disminuir la probabilidad de que un niño desarrolle síntomas de un trastorno de personalidad más adelante en la vida. A continuación se presentan tres errores comunes de crianza que aumentan la probabilidad de que un niño desarrolle síntomas de un trastorno de personalidad. Todos estos errores provienen de padres que intentan erróneamente ayudar a sus hijos.
1. No responsabilizar a un niño por sus decisiones y comportamientos
Muchos padres, impulsados por la empatía hacia su hijo, liberan a su hijo de la responsabilidad por los errores que se han cometido. Por ejemplo, una niña les pidió a sus padres un nuevo teléfono celular. Cuando le dijeron que ella no necesitaba un teléfono, porque el que ella tenía funcionaba bien, ella dejó caer el teléfono en el baño y luego se rompió. Le dieron un nuevo teléfono.
Los distritos escolares están muy familiarizados con los estudiantes a los que les va mal y culpan a sus maestros. El siguiente diálogo es un ejemplo.
Papá: Bernardo, escuché en la escuela que estás reprobando matemáticas. ¿Qué está pasando?
Bernardo: El profesor es un idiota y me odia.
Papá: ¿Qué hiciste para que se enojara contigo?
Bernardo: Odia a todos los chicos y le gustan más las chicas.
Papá: Deberías hablar con él sobre tus dificultades con las matemáticas.
Bernardo: Es un idiota. Me ignorará.
Papá: OK. Hablaré con el director y te cambiaré a otra clase.
Después de hablar con el director, el papá se enteró de que Bernardo no había hecho ninguna tarea durante este término y estaba reprobando por esta razón. Si el papá intenta que el director cambie la clase de matemáticas de Bernardo de todos modos, está eligiendo ser protector con su hijo en lugar de responsabilizar a su hijo por no hacer su tarea, obtener una calificación deficiente y culpar al maestro. Este patrón de culpar a los demás en lugar de asumir la responsabilidad es una característica de los Trastornos Limítrofe y Narcisista de la Personalidad y el papá le estaría enseñando a Bernardo esta forma de afrontamiento.
Un enfoque más saludable para su papá sería responsabilizar a Bernardo por sus decisiones y comportamientos; en este caso, su elección de no hacer su tarea. El diálogo puede sonar así:
Bernardo: Entonces, papá, ¿cambiaste mi clase de matemáticas?
Papá: Bernardo, ¿por qué no me dijiste que no estabas entregando tareas antes de que me reuniera con tu director?
Bernardo: Oh, ¿ahora me estás culpando?
Papá: Solo estoy tratando de entender por qué elegiste no hacer tu tarea.
Bernardo: Te dije que el profesor me odia.
Papá: ¿Por qué es una razón para no hacer tu tarea?
Bernardo: ¿Cambiaste la clase?
Papá: No. Tú y yo vamos a reunirnos con tu maestro y el director y decidir el mejor curso de acción.
Bernardo no disfrutará sentarse con su padre, su maestro y el director, pero aprenderá a asumir la responsabilidad de sus decisiones y sus comportamientos y encontrar un remedio constructivo. Tendrá la oportunidad de hacer esto en un ambiente de apoyo (la escuela) con su padre a su lado. La lección le servirá para siempre.
2. Fomentar la evasión
Algunos padres les enseñan a los niños a evitar las situaciones dolorosas o incómodas. Esto a menudo toma la forma de hacer adaptaciones especiales para su hijo para evitarles molestias.
Un ejemplo común son los padres cuyos hijos expresan que no se sienten cómodos viajando en autobús a la escuela. Podría ser porque no les gusta el conductor del autobús, o los otros niños, o el autobús en sí. Ceder ante el niño y llevarlo a la escuela le transmite al niño que no puede tolerar situaciones incómodas que sus compañeros pueden tolerar. Llegan a verse a sí mismos como rígidos e incapaces de funcionar en circunstancias que son diferentes a lo que quieren o a lo que están acostumbrados. Los individuos con rasgos obsesivo-compulsivos presentan esta rigidez.
Un enfoque más saludable es alentar al niño a alterar la situación o alterar la perspectiva para reducir el malestar. Un ejemplo de alterar la situación sería que el niño tomara un asiento diferente, o un autobús anterior. Si esto no es posible, entonces el niño puede alterar su perspectiva al ver el viaje en autobús como una oportunidad para ponerse al día con la tarea o dormir en lugar de sentir la necesidad de participar socialmente.
Personality Lecturas esenciales
3. Reforzar el sentido del niño de ser una víctima
En un esfuerzo por ser comprensivos y empáticos, muchos padres refuerzan el sentido de un niño de ser una víctima cada vez que se sienten heridos. Los padres sobrevalidan la herida del niño generalmente con el propósito de apoyarlo.
Ejemplos comunes son los padres que intentan disminuir la experiencia de fracaso o decepción de sus hijos. Cuando Julia no entró al equipo de fútbol, su madre le dijo: "Les gustan más las otras chicas. No saben lo buena que eres". Esto alienta a Julia a sentir que está siendo acosada o discriminada en lugar de aceptar la probabilidad de que las otras chicas se desempeñaron mejor que ella durante las pruebas.
La sensación creciente del niño de ser una víctima aumentará su sensación de impotencia y sentimientos de ser dañado. Estos sentimientos pueden ser perjudiciales para su autoestima en desarrollo mientras le enseñan a temer a todo y a todos. Este es el patrón de pensamiento/sentimiento que se ve a menudo en individuos con rasgos de Trastornos Paranoicos y Limítrofes de la Personalidad .
Padres que aman a sus hijos cometen comúnmente los errores de crianza discutidos en este post y actúan en lo que creen que es en el mejor interés del niño. Sin embargo, los niños aprenden lo que viven. Enseñémosles bien.