Aunque las palabras correctas pueden consolar a alguien que está de duelo, no siempre es apropiado o razonable tratar de consolar con palabras. Consolar sin palabras a menudo requiere acción y esfuerzo, e incluso puede apreciarse más que las meras palabras de simpatía.
Demostrar cuidado
La primera vez que te encuentras con alguien que está de duelo, tu primera inclinación podría ser decir algo sobre cuánto lo sientes. Las palabras pueden sentirse vacías para una persona que está de duelo, y son las acciones las que recordarán como reconfortantes más que los clichés hablados.
El poder del tacto
El tacto puede ser increíblemente reconfortante, pero no es apropiado en todas las circunstancias. Si no eres cercano a la persona, un abrazo puede parecer intrusivo e incómodo y lejos de ser reconfortante. Si estás cerca de la persona en duelo, un abrazo puede provocar la liberación de oxitocina, lo que reduce los niveles de estrés. Y aunque un abrazo o tomarse de la mano ciertamente no hará que el dolor desaparezca, es una demostración tangible e íntima de cariño.
Simplemente escucha
La persona en duelo puede necesitar nada más que alguien que se siente y la escuche mientras trata de procesar su pérdida. Si bien es probable que no esté calificado para guiarlos a través de las etapas del duelo a menos que sea un profesional de salud mental con licencia, puede sentarse y escuchar. Escuche atentamente durante todo el tiempo que la persona quiera hablar y, si corresponde, tome su mano o póngale el brazo alrededor para que se sienta segura y reconfortada.
Aparecer
El duelo puede sentirse más profundo cuando llegan momentos en los que el difunto normalmente estaría allí:la persona en duelo siente su ausencia de manera aguda en esos momentos y puede sentirse consolada si usted aparece en esos momentos. Considere a una viuda que solía asistir a los servicios de la iglesia todos los domingos con su esposo. A medida que se acerca el domingo siguiente a su muerte, haga arreglos para estar allí, sentado junto a ella durante todo el servicio. Incluso podrías presentarte en su casa para llevarla al servicio. No tienes que llenar el silencio con palabras de consuelo:tu esfuerzo y tu presencia brindarán consuelo.
Rellena los huecos
Cuando la muerte de una persona pone a alguien en una posición económicamente precaria (como cuando el sostén principal fallece inesperadamente), ayude en lo que pueda. No tienes que hacer una gran demostración de tu generosidad; en cambio, haz estas cosas de forma anónima y sin esperar reconocimiento. Aquí hay algunas ideas:
- Comuníquese con las empresas de servicios públicos locales y pague la factura de la familia. Siempre que tenga el nombre y la dirección de la familia, debería poder hacerlo sin violar ninguna ley de privacidad.
- Envíe tarjetas de regalo a supermercados (preferiblemente a los que hacen envíos a domicilio) o restaurantes. Piense en la línea de aliviar no solo la carga financiera de alimentar a la familia, sino también el costo emocional que puede tener tener que preparar una comida todas las noches.
- Haga arreglos para pagar extras que la familia normalmente disfrutaba antes de la muerte, como deportes para los niños o la matrícula del preescolar.
- Organiza una ofrenda entre amigos cercanos para proporcionar algunos fondos a la familia.
- Organizar una recaudación de fondos comunitaria, pero solo si la familia está de acuerdo. Algunos podrían considerar esto una violación de la privacidad.
- Comience un fondo universitario para los niños que quedan atrás.
Ayuda
La ayuda no tiene que ser financiera. Ofrecerse para cuidar niños, hacer mandados, proporcionar comidas o limpiar la casa son todas las cosas que puede hacer para demostrar que le importa. Aquí es importante no dar una declaración vaga, "Avísame si necesitas algo" a la persona que está de duelo. Probablemente se sientan abrumados y no tengan el tiempo o la paciencia para organizar todas las ofertas de ayuda. En su lugar, ofrezca ayuda específica:"Traeré la cena el jueves por la noche a las 6:00. ¿Funciona?" Dar seguimiento a cualquier oferta de ayuda con acción; las promesas vacías de ayuda solo servirán para agregar más dolor a alguien que ya está afligido.
Recuerdos o regalos
Un pequeño obsequio puede ayudar mucho a consolar a alguien que está de duelo, especialmente cuando el obsequio es considerado. Hay muchas baratijas disponibles que se comercializan específicamente para personas en duelo y están diseñadas para brindar consuelo, pero demostrará que se preocupa más con obsequios que tengan un toque personal. Considere las cosas en este sentido:
- Una manta hecha con la ropa que solía usar el difunto.
- Una pequeña donación hecha a una organización que le importaba al difunto, o una relacionada con la enfermedad o dolencia que causó la muerte.
- Compre un cartel o mosaico que esté disponible en los lugares que amaba el difunto, como un banco en un parque favorito o un asiento en el teatro comunitario local.
- Cree un libro de fotos con las fotos favoritas de los difuntos. Agregue citas de sus dichos favoritos a lo largo del libro.
El cuidado genuino es lo mejor
Consolar a alguien que realmente te importa no requiere palabras, pero sí acción y esfuerzo. Su amabilidad y cuidado serán recordados por la persona en duelo y apreciados durante mucho tiempo.