Los efectos a largo plazo de la oxigenoterapia en los bebés prematuros son predominantemente beneficiosos. Para los bebés que nacen antes de las 33 semanas de gestación, la oxigenoterapia puede desempeñar un papel crucial en el tratamiento neonatal inmediatamente después del nacimiento.
La necesidad de la oxigenoterapia
Los bebés que nacen prematuramente siempre corren el riesgo de sufrir complicaciones de salud, principalmente debido a sus cuerpos subdesarrollados. Los problemas respiratorios son una complicación común en los bebés prematuros y, como resultado, suele ser necesaria la oxigenoterapia.
Efectos a largo plazo de la oxigenoterapia en bebés prematuros:buenos y malos
La oxigenoterapia es muy beneficiosa para los problemas posparto inmediatos que experimentará un bebé prematuro. Si bien hay muchos beneficios del uso de la oxigenoterapia en los recién nacidos, también hay algunos elementos negativos en este tratamiento que salva vidas.
Efectos positivos
Síndrome de dificultad respiratoria (SDR) es una condición común en los bebés prematuros. Ocurre cuando los pulmones inmaduros del recién nacido no funcionan correctamente debido a la falta de un líquido importante en los pulmones, llamado surfactante. Este líquido vital mejora la inflación de los pulmones y, en ausencia de niveles suficientes, el oxígeno juega un papel importante en el apoyo a la inflación adecuada de los pulmones.
La administración de oxígeno, mediante ventilación artificial, o la simple inhalación a través de un tubo nasal, puede significar la diferencia entre la vida y la muerte del lactante. El oxígeno juega un papel vital en el suministro de los pulmones, el cerebro y otros órganos vitales del cuerpo, y sin él, los órganos pueden fallar, ya que no pueden funcionar adecuadamente.
Aparte de los pulmones, los bebés prematuros corren un riesgo significativo de tener otros órganos menos desarrollados. Cuanto antes nazca un bebé, antes de su fecha prevista, mayor será la probabilidad de que tenga o desarrolle problemas físicos o de desarrollo.
Los efectos a largo plazo de la oxigenoterapia en bebés prematuros también son beneficiosos para:
- Desarrollo del cerebro y reducción del riesgo de dificultades de aprendizaje
- El crecimiento y la función de los órganos vitales, como el hígado y los riñones
- Perfusión a la piel, apoyando el crecimiento de tejido cutáneo saludable
Efectos negativos
Displasia broncopulmonar (BPD) es otro defecto común de los pulmones, particularmente en el nacimiento de bebés prematuros de peso extremadamente bajo. Esta condición se atribuye a la cicatrización de los pulmones, principalmente debido a la inmadurez del tejido pulmonar. La BPD generalmente se diagnostica cuando un bebé prematuro todavía requiere terapia de oxígeno después de 28 días. Sin embargo, no está claro cuál es la causa de esta afección grave, ya que es probable que un bebé con displasia broncopulmonar requiera oxigenoterapia a través de ventilación mecánica. Un bebé también puede desarrollar el síndrome de dificultad respiratoria debido al aumento de la presión ejercida sobre los pulmones.
Otra condición grave atribuida al uso de la oxigenoterapia en el bebé prematuro es la retinopatía del prematuro. (ROP). Esta condición afecta a los ojos, en particular a la retina. En casos severos, puede causar daño óptico extenso o ceguera.
Muchos bebés nacen con esta afección, incluso antes de que se haya utilizado la oxigenoterapia. Sin embargo, se cree que la alta presión causada por la administración de oxígeno al cerebro y al resto del cuerpo puede contribuir aún más a la afección.
Dilema de los padres
La oxigenoterapia para el tratamiento de bebés prematuros se practica desde finales del siglo XIX, cuando se introdujeron las primeras incubadoras.
Cuando los padres pasan por la angustiosa experiencia de tener un bebé antes de tiempo, es poco probable que el uso de oxígeno sea un problema. Cuando se le informa sobre los beneficios y los riesgos asociados con la oxigenoterapia, el dilema al que se enfrenta es si arriesgarse a que un precioso bebé sufra daños en los órganos, el cerebro o los tejidos o el riesgo de sufrir daños en la retina o ceguera.
La importancia en todos los casos es que los padres estén adecuadamente informados sobre los efectos a largo plazo de la oxigenoterapia en los bebés, de modo que las decisiones sobre el tratamiento se puedan tomar con una elección informada.