“¿Puedes usar un calentador de ambiente mientras duermes?” Probablemente te hayas hecho esta pregunta al menos una vez este invierno. No hay nada más frustrante que tratar de ir a dormir cuando tienes mucho frío y ninguna cantidad de capas te mantendrá caliente. Desafortunadamente, es peligroso dejar un calefactor funcionando durante la noche y las razones van más allá de los incendios.
Los calefactores portátiles son populares no solo porque calientan los dedos de manos y pies helados, sino también porque pueden ayudarlo a ahorrar dinero en sus facturas de servicios públicos. Sin embargo, estos calentadores de habitaciones son un gran riesgo de incendio, especialmente si no sigue las reglas de seguridad adecuadas. Los calefactores nunca se deben enchufar a las regletas de enchufes, solo a los enchufes de pared, porque es posible que las regletas de enchufes no estén equipadas para lidiar con el alto flujo de corriente que requiere un calefactor, lo que hace que la regleta se derrita o incluso se incendie.
Es una buena idea comprar un calefactor con una función de apagado automático para protegerlo del sobrecalentamiento, pero esta función aún no le da el visto bueno para dejar el calefactor enchufado mientras duerme. El cableado defectuoso y los disyuntores y fusibles viejos y desgastados pueden provocar un incendio dentro tus paredes, y lo más probable es que no lo notes mientras duermes hasta que sea demasiado tarde.
Otra razón por la que es mejor que desconecte su calentador de espacio mientras duerme es porque ciertos modelos liberan monóxido de carbono. Este gas es incoloro e inodoro, por lo que es posible que termines envenenándote con monóxido de carbono sin siquiera darte cuenta, especialmente si estás en el país de los sueños.
Tu mejor opción para mantenerte abrigado durante el invierno es ponerte capas; eso significa calzoncillos largos y térmicos debajo del pijama si es necesario y calcetines gruesos de lana. Luego, invierta en una manta de invierno de alta calidad. La cachemira, el algodón o la lana son materiales ideales porque retienen bien el calor. (¡Con todo el dinero que ahorras en calefacción usando un calefactor, te sobrará mucho para derrochar!) Si eso no funciona, es posible que quieras acurrucarte con tus bebés peludos para calentarte más.