El tacto amoroso es vital para un saludable desarrollo cerebral y bienestar emocional.
Investigaciones anteriores han establecido que el tacto lento, cariñoso y "afectuoso" juega un papel crucial en el desarrollo de la primera infancia. Pero cualquier forma de afecto físico que evoque sensaciones táctiles agradables (acurrucarse, abrazos, tomarse de la mano, caricias, palmaditas relajantes, etc.) tiende a hacernos sentir seguros, nutridos y apoyados en cada etapa de la vida. Por otro lado, el descuido y la ausencia de afecto pueden ejercer un duro peaje de por vida.
Experimentar el placer corporal del tacto agradable promueve la unión y el apego saludable a lo largo de la vida humana. Trágicamente, la negligencia institucionalizada o la falta de amor de los padres han provocado que muchos recién nacidos y bebés pierdan los beneficios de las sensaciones táctiles agradables durante las etapas clave del desarrollo psicosocial.
Por ejemplo, los bebés rumanos colocados en orfanatos llamados "niños irrecuperables" durante el reinado de Nicolae Ceaușescu de 1967 a 1989 se quedaron solos en sus cunas y se les privó del contacto piel con piel desde una edad temprana. En la década de 2000, los investigadores identificaron que el abandono infantil y la falta de contacto amoroso experimentado por los huérfanos estaban relacionados con el desarrollo cerebral atípico y un mayor riesgo de problemas psicosociales durante la edad adulta. (Sheridan et al., 2012).
A pesar de que los investigadores identificaron una correlación entre el cuidado que involucra sensaciones táctiles agradables y un desarrollo psicosocial saludable, los mecanismos neuronales que impulsan este fenómeno en animales sociales (como humanos y ratones) no están claros.
Cómo el tacto agradable envía señales de bienestar de la piel al cerebro
Una nueva investigación (Liu et al., 2022) en ratones arroja luz sobre la base neuronal de las sensaciones táctiles agradables y muestra cómo las caricias suaves envían señales hedónicas y de bienestar desde la piel al cerebro. Estos hallazgos se publicaron el 28 de abril en la revista revisada por pares Science.
"El tacto agradable (por ejemplo, abrazar, acurrucarse y acariciar) codifica información hedónica positiva que facilita el vínculo emocional, el comportamiento afiliativo y el bienestar de los animales sociales", escriben los autores en su resumen. "A pesar de su profunda importancia, se desconoce cómo se codifica y transmite la información táctil agradable de las neuronas sensoriales a la médula espinal".
Debido a que los experimentos que implican privar de afecto a cualquier criatura social son crueles, los científicos que investigan los fundamentos neuronales del tacto agradable utilizan modelos animales y se esfuerzan por llevar a cabo sus experimentos de la manera más humana y libre de crueldad posible. Para este estudio, el primero de su tipo, los investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en St. Louis crearon un espacio de crianza, donde los ratones fueron acariciados suavemente con un cepillo suave de una manera que evocaba sensaciones táctiles agradables.
Según los investigadores, uno de los aspectos más desafiantes de este estudio fue diseñar experimentos que hicieran que los animales se sintieran seguros y sin amenazas. Por lo general, los ratones ven instintivamente el contacto humano en entornos de laboratorio como una amenaza y muestran comportamientos de evitación, pero los investigadores superaron estos obstáculos.
"Si un animal no te conoce, por lo general se aleja de cualquier tipo de contacto porque puede verlo como una amenaza", dijo el autor principal Zhou-Feng Chen en un comunicado de prensa. "Nuestra difícil tarea fue diseñar experimentos que ayudaran a superar la evitación instintiva del tacto de los animales". Chen es el director de WUSTL del Center for the Study of Itch and Sensory Disorders.
"La sensación táctil agradable es muy importante en todos los mamíferos. Una de las principales formas en que se alimenta a los bebés es a través del tacto. Tomar la mano de una persona moribunda es una fuerza muy poderosa y reconfortante. Los animales se acicalan unos a otros. La gente se abraza y se da la mano. La terapia de masaje reduce el dolor y el estrés y puede proporcionar beneficios para los pacientes con trastornos psiquiátricos", señala Chen.
Las sensaciones táctiles agradables y la picazón viajan por diferentes caminos
Durante una serie de experimentos complejos, los investigadores de WUSTL identificaron un circuito neuronal y un neuropéptido específicos llamados procinecticina 2 (PROK2), dedicado exclusivamente a enviar señales de bienestar desde la piel al cerebro a través de una vía espinal cableada.
Curiosamente, cuando los investigadores bloquearon la capacidad de PROK2 para enviar estas señales por la columna vertebral, los animales que previamente habían mostrado preferencia por buscar caricias suaves en un lugar específico dentro de su hábitat perdieron interés en visitar este lugar. Sin embargo, las sensaciones cutáneas desagradables como la picazón aún podrían llegar al cerebro, lo que sugiere que las sensaciones cutáneas agradables tienen su propia vía espinal dedicada a ello.
Esta investigación indica que el sistema nervioso central de los mamíferos tiene neuronas agradables específicas para el tacto y un péptido (PROK2) que transmite solo señales de sentirse bien por la columna vertebral. Por el contrario, otra vía dedicada utiliza células específicas de picazón y otros neuropéptidos para enviar sensaciones desagradables relacionadas con la picazón.
La Procinecticina 2 (PROK2) y sus receptores espinales (PROKR2) son cruciales
La última investigación (2022) de Liu et al. avanza nuestra comprensión de cómo un neuropéptido específico y sus receptores en la columna vertebral transmiten sensaciones agradables solo al tacto. Como resume Chen, "en estos experimentos con ratones, hemos identificado un neuropéptido clave y una vía neuronal cableada dedicada a esta sensación".
"Colectivamente, identificamos a PROK2 como un neuropéptido largamente buscado que codifica y transmite un tacto agradable a las neuronas PROKR2 espinales", concluyen los autores. "Estos hallazgos pueden tener implicaciones importantes para dilucidar los mecanismos por los cuales la privación del tacto agradable contribuye a la conducta de evitación social y los trastornos mentales".
La investigación futura de Chen y su equipo puede descubrir nuevas formas de mejorar las señales táctiles agradables sin interferir con otros circuitos neuronales. Algún día, las terapias basadas en PROK2 podrían usarse para tratar problemas de salud mental caracterizados por la evitación del tacto o el desarrollo social deteriorado, como el trastorno del espectro autista.