Como madre de cuatro niñas, no tenía idea de lo que estaba sucediendo cuando mi segunda hija cumplió 7 años y de repente se transformó de una niña alegre y relajada a una niña enojada que se descontrolaba por cosas triviales.
Mi pensamiento inmediato fue que algo estaba pasando en la escuela, pero después de hablar sobre sus sentimientos, me dijo que no sabía por qué estaba tan molesta y enojada. Cuando le mencioné esto a sus maestros, me dijeron que los cambios hormonales que atraviesan los niños durante el segundo grado a veces eran peores que la pubertad misma.
Aprendí que la razón del cambio de comportamiento de mi hija es una fase de desarrollo poco conocida llamada adrenarquia. Los científicos han estado observando más de cerca esta etapa y creen que los niños comienzan a experimentar un aumento de hormonas entre las edades de 6 y 8 años, lo que puede causar emociones intensas. Siga leyendo para obtener más información sobre los síntomas de la adrenarquia y las mejores formas de manejarlos.
¿Por qué ocurre la adrenarquia?
La investigación realizada en Australia para el Estudio de Transición de la Infancia a la Adolescencia encontró que los niños de segundo y tercer grado experimentaron un aumento en los andrógenos suprarrenales, hormonas que juegan un papel importante en la pubertad unos años más tarde. Este aumento natural de los andrógenos suprarrenales le sucede a todos los niños, aunque no todos muestran cambios de humor o de comportamiento.
La adrenarquia es una etapa de desarrollo separada que generalmente tiene lugar al menos dos años antes de la pubertad, según George Patton, profesor consultor de psiquiatría de niños y adolescentes y director de investigación sobre la salud de los adolescentes en el Instituto de Investigación Infantil Murdoch, que dirigió el estudio.
"Ahora nos estamos interesando en la adrenarquia como una fase importante del desarrollo en la que los niños establecen algunas de las bases emocionales y metabólicas de la adolescencia", dice. "Es durante estos años que un niño realmente comienza a desarrollar ese concepto de sí mismo que lleva a la adolescencia y la edad adulta".
Signos de adrenarquia en niños
Si bien los cambios que ocurren durante la pubertad se pueden ver en el exterior, la adrenarquia es principalmente un período de desarrollo psicológico y emocional. Las hormonas que circulan por el cuerpo de su hijo pueden tener un impacto significativo en cómo se siente, pero es menos probable que causen síntomas físicos como crecimiento de vello púbico y axilar o acné.
"Los andrógenos suprarrenales son neuroesteroides que parecen tener un efecto sobre algunas de las vías involucradas en el procesamiento emocional", explica Patton. Pero si los niños muestran síntomas físicos (como vello púbico, vello en las axilas y olor corporal), rara vez es motivo de preocupación, a menos que vayan acompañados de un desarrollo mamario progresivo antes de los 8 años, agrandamiento del pene y/o testículos antes de los 9 y crecimiento lineal anormal , según un informe de 2016 de la Academia Estadounidense de Pediatría.
En otras palabras, puede notar que su hijo de 7 u 8 años parece enojado o lloroso sin razón mientras lucha por procesar sus emociones. Pueden comenzar a pelearse con sus grupos de amistad o su comportamiento puede parecer poco característico. Afortunadamente, hay formas en que los padres pueden ayudar a sus hijos a manejar el cambio.
Manejo de la fase de adrenarquia
La etapa de adrenarquia también puede ser confusa para los padres, ya que normalmente esperan cambios de humor cuando sus hijos son pequeños o adolescentes, dice Liat Hughes Joshi, autora de 5-Minute Parenting Fixes. . Pero la comunicación es clave.
"Hable con su hijo sobre cómo se siente cuando ambos están tranquilos", aconseja Joshi. Asegúrese de "ser coherente, firme y justo". Y trabajen juntos para idear estrategias que ayuden a su pequeño a lidiar con sus sentimientos. "Una forma podría ser alentarlos a que respiren profundamente cuando se sientan molestos", dice Joshi.
También advierte contra permitir que su hijo se porte mal simplemente por las hormonas. "Busca otros factores desencadenantes en la vida de tu hijo que puedan estar causando cambios en su comportamiento en lugar de atribuirlo todo a las hormonas", agrega Joshi.
Rachel Davis, practicante de PNL y fundadora de Raise a Tiger, un programa que utiliza la mediación y la música para ayudar a enseñar el bienestar mental y emocional en padres e hijos, sugiere un enfoque similar. Siempre valide los sentimientos de su hijo y ayúdelo a ponerle un nombre a sus emociones. "Una vez que la emoción haya pasado, invítelos a pensar en cómo podrían manejarlo de manera diferente la próxima vez", dice Davis, madre de dos hijos. "Ponerlos a cargo de la solución les permite asumir la responsabilidad de sus propios sentimientos y comportamiento y los empodera para tomar mejores decisiones".