Como padres, todos queremos criar niños felices, motivados, amables, motivados e independientes. Para hacer eso, a menudo sentimos que constantemente debemos hacer más:comprar todos los juguetes educativos de la lista, inscribirlos en múltiples actividades extracurriculares y enseñarles una larga lista de cosas para que no se queden atrás.
Soy madre de tres niños de 5 años o menos, maestra de escuela pública y defensora del juego independiente y con propósito. Creo firmemente que menos es más cuando se trata de juguetes, actividades e incluso enseñanza.
Estas son algunas actividades que a menudo se pasan por alto y que fomentan las habilidades cognitivas, sociales y emocionales necesarias para que los niños tengan éxito.
Fomente el juego libre con juguetes simples
Una de las mejores actividades es el juego completamente dirigido por el niño. El juego es la forma en que los niños aprenden las habilidades blandas que se necesitan para tener éxito más allá de lo académico. Dar a los niños tiempo para jugar con amigos, hermanos o solos sin ninguna dirección o guía de los adultos es fundamental para el desarrollo. A menudo sentimos que necesitamos interactuar o entretener constantemente, pero es importante comprender que las actividades dirigidas por adultos no son un juego libre. Así que aléjate de las ideas de Pinterest, saca algunas cajas, algunos LEGO o bloques de madera y deja que tu hijo dirija su propio juego.
Encuentra tiempo para jugar al aire libre
Salir al aire libre es importante para el desarrollo físico y mental. Estar en la naturaleza ayuda a desarrollar habilidades, como la escucha, la atención, la regulación emocional y la capacidad de colaboración. Jugar en ambientes naturales como charcos, lodo, lluvia, nieve y césped brinda increíbles experiencias sensoriales naturales que a menudo les faltan a los niños en estos días.
Opte por una caminata o un campo abierto para jugar en lugar de un parque infantil. Deje que los niños caminen descalzos donde sea seguro hacerlo, y permítales recoger palos y hacer observaciones sobre el mundo natural que los rodea.
Permitir la asunción de riesgos saludables
Tomar riesgos saludables cuando son jóvenes es lo que les permite a nuestros hijos aprender a manejar el riesgo cuando son mayores. La falta de oportunidades para asumir riesgos puede generar miedo o agresión. La toma de riesgos para los niños no significa que estén participando en actividades peligrosas que amenazan sus vidas. La toma de riesgos saludable puede verse como correr a altas velocidades, girar y caer, rodar por pequeñas colinas y saltar desde alturas que pueden ponernos nerviosos. Es cualquier cosa que cause un poco de miedo que tienen que aprender a manejar.
Entonces, cuando se encuentre con ganas de intervenir y decirle a su hijo "tenga cuidado", considere dar un paso atrás. Permitirles un poco más de libertad para trepar por el tobogán, saltar del sofá o mantener el equilibrio sobre un árbol caído es una forma sencilla de ayudarlos a desarrollar confianza, resiliencia y fortaleza mental y emocional.
Brinde a los niños tiempo y espacio lejos de los adultos
Si bien los niños mayores necesitan tener tiempo para jugar de forma independiente, también necesitan espacio lejos de los ojos de los adultos. Para que los niños entren en un estado de flujo con su juego, necesitan períodos de tiempo ininterrumpidos. Considere encontrar un espacio en otra habitación o en otro piso de su casa o apartamento que se dedique a que sus hijos estén lejos de usted para que puedan concentrarse en jugar.
Tenga en cuenta que usted no es responsable de entretener a sus hijos todo el día; es su trabajo jugar. Practica diciéndoles "¡Ve a jugar!" y siéntase seguro de que estarán a la altura del desafío.
Involucre a los niños en su vida cotidiana
Las habilidades prácticas para la vida, también conocidas como tareas, son cualquier cosa menos "tareas" para los niños. Los niños son ayudantes natos. Quieren participar en nuestra vida cotidiana y es muy importante que se les incluya. Hacerlo les da un sentido de responsabilidad y la oportunidad de sentir que están contribuyendo al hogar.
¡Y puedes empezar temprano! Dele a su niño una toallita para ayudar a limpiar un derrame, permítale poner su ropa en la lavadora y presione el botón, o compre una aspiradora pequeña y déjelo trabajar junto a usted.
Las habilidades prácticas para la vida también ayudan a desarrollar habilidades básicas. Por ejemplo, la limpieza de hojas, palear la nieve o cargar una cesta de la ropa requieren grandes grupos de músculos para trabajar juntos. Las habilidades motoras finas se desarrollan pelando clementinas, vertiendo agua de una jarra pequeña en una taza o untando mermelada en una tostada.
No tengas miedo al aburrimiento
Al abrazar el aburrimiento, permitimos que nuestros hijos desarrollen la capacidad de crear su propia diversión y crear actividades con menos ayuda de nuestra parte. El aburrimiento es donde los niños aprenden a lidiar y superar la incomodidad, y cómo pueden comenzar a encontrar un sentido de sí mismos. Tener más tiempo de inactividad les da a los niños la oportunidad de resolver las cosas por sí mismos, aprender lo que les da alegría y ayuda a fomentar la creatividad, la independencia y la autosuficiencia.
Trate de crear tiempo en su día en el que no tenga nada planeado, o deliberadamente no traiga juguetes o actividades mientras realiza viajes cortos por carretera, hace fila en la tienda o está en un restaurante. Comience poco a poco y ayúdelos a desarrollar la tolerancia:se sorprenderá de la creatividad cuando se les da tiempo a los niños para aburrirse.