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Cómo hacer que mi hijo coma de todo

Seguir una alimentación equilibrada es fundamental durante toda la vida, pero es en la infancia cuando más peso toma. Y es que resulta fundamental enseñar a nuestros hijos a comer todo tipo de alimentos y de forma variada; pero, en muchas ocasiones, los niños/as se niegan a comer algunos (o muchos) alimentos y los padres pueden llegar a desesperarse a la hora de las comidas. Para tratar de solucionar este problema e inculcar buenos hábitos alimenticios, en unComo te ofrecemos algunos consejos sobre cómo hacer que mi hijo coma de todo.

Pasos a seguir: 1

En primer lugar, cabe destacar que la paciencia será el factor principal para conseguir que tu hijo coma de todo. No te desesperes a la primera de cambio y dejes que un niño mal comedor acabe con los nervios de padres, hermanos y demás familiares.

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El niño/a deberá interiorizar el hecho de que debe comer de todo para mantener una dieta equilibrada, y no solo aquello que les gusta. De esta forma, deberemos tratar de encontrar la manera de que no rechace los alimentos por inercia, especialmente sin haberlos probado.

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De esta forma, será una buena idea buscar recetas que llamen la atención de los niños y contengan los alimentos que no quieren comer. Podríamos decir que se trata de "camuflar" aquello que no les gusta (o que dicen que no les gusta) y, además, hacerlo de forma divertida. A la vez, será una genial idea que los niños nos ayuden a hacer la comida, seguro se comerán con más ganas aquello que ellos mismos han preparado.

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Asimismo, para que un niño coma de todo, los adultos deberán dar ejemplo y comer de forma equilibrada. No podemos esperar que los peques coman fruta y verdura si nosotros no lo hacemos. También será necesario adecuar las raciones a su edad, no pretenderemos que un niño ingiera la misma cantidad de alimento que un adulto.

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La instauración de determinadas costumbres también ayudará a mejorar los hábitos alimenticios infantiles y la hora de las comidas no sea un mal trago. Por ejemplo, deberemos comer siempre a la misma hora y en el mismo lugar, no encender la televisión durante las comidas, hacer que los niños ayuden a preparar la mesa, no darles de comer fuera de horas, etc.

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Evitar el conflicto no será la solución a que el niño no coma de todo, sino un grave error. No deberemos ceder a la primera ni la segunda vez que el pequeño diga que no quiere comerse lo que le ponemos en el plato. Los niños necesitan un tiempo para asimilar nuevos sabores y que sus papilas gustativas se acostumbren a ello, por lo que deberemos hacer que se lo coma poco a poco.

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Está claro que a todos no nos gustarán todos los alimentos, pero no podrán rechazar alimentos que ni siquiera han probado. Por ejemplo, si prueban las acelgas y su sabor no les gusta, podrán comer otras verduras como judías verdes, coliflor, espinacas, etc. Lo que no será posible es que afirmen que no les gustan los vegetales sin haberlos comido nunca.

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De la misma forma, tampoco deberemos dejar que usen el chantaje emocional o que el llanto se convierta en la manera de comer lo que ellos quieran. Será duro ver que tu hijo no quiere comer de todo, pero es necesario que adquieran hábitos saludables y aprendan a comer de todo. El hecho de comer de todo no podrá ser un premio, sino que se trata de algo que deben hacer de forma cotidiana.

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Muchas veces el comedor escolar puede ser una buena forma de que los niños se acostumbren a comer de forma variada. Y es que, frente a la actitud negativa de no querer comer, se encontrarán con la imagen del resto de niños comiendo y no les resultará tan fácil montar un drama. Asimismo, los monitores de comedor siempre tratarán de motivar a los niños para que coman. Puedes ver aquí más información acerca de cuáles son las ventajas del comedor escolar.