Durante el crecimiento, llega una etapa en la que un bebé debe aprender a hacer cosas por si solo para así convertirse en niño. El momento que más refleja esto es probablemente ese en el que los padres deciden prescindir del uso de los pañales y enseñar a su hijo a usar el baño. Esta transición hay que hacerla con cuidado y pacientemente, y para ello es importante el uso de orinales con los que el pequeño aprenderá a hacer sus necesidades solo para empezar a entender lo que será, más adelante, hacerlas en el váter de los adultos. Respecto a cuándo empezar a usar orinal, unComo te da las edades aproximadas así como las señales que evidencian que el niño está preparado para empezar a hacerse mayor.
Edad ideal para usar orinal
Los pequeños empiezan a controlar sus esfínteres a partir de los 2 años de edad, aunque otras veces a partir de los 3. Antes de esas edades, los niños no pueden dominar sus vejigas y necesitan vaciarlas frecuentemente. Por tanto, desde los 2 años pueden aprender a hacer sus necesidades en el lavabo, dejando atrás el pañal. Sin embargo, esto no es una ciencia exacta y debes ser comprensivo si notas que aún no está preparado.
Por otro lado, los niños tienden a tardar un poco más que las niñas en estar listos y debes tener en cuenta que estar pasando por ciertas circunstancias también puede retrasar el momento del aprendizaje de ir al baño solos. Esas circunstancias pueden ser, entre otras, la llegada de un hermano, su primer año de guardería o un cambio de hogar.
Además debes evitar enseñarle a usar el orinal en época de vacaciones o residiendo una temporada fuera de casa, pues ha de hacerlo en la normalidad del hogar mediante un entrenamiento que puede llegar a durar varios meses y sin presiones de ningún tipo.
Señales de que está listo
Asimismo, como padre o madre tienes que estar atento a las siguientes señales que indican el momento en que el pequeño está listo para comenzar esta aventura. Asegúrate de que:
- Puede bajarse y subirse los pantalones solo.
- Avisa mediante sonidos, agachándose o moviéndose de que tiene que evacuar.
- Orina o defeca de manera más regular y predecible, es decir, más cantidad de una sola vez y menos veces.
- Logra mantenerse seco durante mínimo un par de horas.
- Ya tiene coordinación en las manos.
- Camina por si solo.
- Consigue obedecer órdenes sencillas como sentarse o levantarse.
Elige un orinal
Antes de que aprendan a usar el váter como los adultos, lo apropiado es hacerlos practicar con un orinal, acción que comenzará con una imitación del procedimiento que los adultos emplean, motivo por el cual es imprescindible que te vean haciendo pipí de vez en cuando. Así que una vez que el pequeño cumpla los anteriores requisitos, procede a comprarle un orinal.
Los hay muy asequibles, alrededor de 3€, pero también los hay de reconocidas marcas infantiles que llegan a superar los 50€. Para empezar, puedes optar por uno de los económicos hasta que el niño se habitúe. Además, lo ideal es que acudas con él a la tienda para que te ayude a escogerlo, así se entusiasmará con la idea. Pero es imprescindible que no lo tome nunca como un juguete, por lo que debes limitar el tiempo en que se siente en el orinal y hacer que lo relacione únicamente con esta actividad.
Enseñarle a usar el orinal
Lo primero que deberás hacer es mostrarle los pasos: bajarse los pantalones, sentarse en el orinal, hacer sus necesidades, avisar cuando esté para ser limpiado o que él mismo se limpie correctamente (a esto debes enseñarle), así como subirse los pantalones y lavarse las manos. Además, tienes que tener en cuenta que ellos marcan el ritmo durante todo el proceso, por lo que evita presionarles o corregir su conducta en el momento de hacer pipí o caca.
Por otro lado, el uso del orinal no implica un rápido aprendizaje, pues a veces pueden pasar meses hasta que el niño aprenda a usarlo correctamente. Así que intenta ser paciente con tu hijo o hija. Lo importante es que practique lo suficiente para llegar a hacerlo correctamente y que así adquiera una independencia a medio plazo.