Los padres de Dani le habían pedido que viniera a la mesa cinco veces antes de que su madre saliera de la cocina y apagara la computadora. El llanto y la rabieta que siguió eran predecibles.
Los padres de Dani hicieron lo mismo que muchos otros: culparon a su hijo por pasar demasiado tiempo frente a la pantalla. Es fácil enojarse con los hijos cuando se niegan a alejarse de sus pantallas. A veces, mantener a los niños fuera de las pantallas parece casi imposible.
Cada vez más, los padres en los Estados Unidos y muchos otros países desarrollados están preocupados de que los niños se vuelvan adictos a sus pantallas. Durante la pandemia de COVID-19, la situación solo ha empeorado. Un estudio de 2021 realizado por Boutaina Zemrani y sus colegas encontró que el tiempo de pantalla aumentó en 4.8 horas por día para todos los niños, y 3 meses después del encierro inicial, el 37 por ciento de los niños todavía pasaban la mayor parte de su tiempo despiertos frente a las pantallas.
La "adicción a los videojuegos" ha sido clasificada como una "condición para estudios adicionales" en el volumen más reciente de la guía de diagnóstico de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría: el DSM-5. Oficialmente conocido como trastorno de los juegos de Internet, se informa que es más común en hombres adolescentes. La inclusión formal en la próxima edición del DSM designaría este trastorno como una enfermedad, pero ¿y si la dificultad que tienen los niños y los adultos para mantenerse alejados de sus pantallas radica en la tecnología y no en la persona?
Adam Alter, autor de Irresistible: El surgimiento de la tecnología adictiva y el negocio de mantenernos enganchados, culpa a las empresas de tecnología del uso compulsivo y "adictivo" de la pantalla y nos dice que no debemos culpar a nuestros hijos por pasar mucho tiempo frente a la pantalla. En Irresistible, presenta argumentos convincentes sobre cómo las grandes empresas de tecnología han dominado los principios psicológicos que garantizan que permanezcamos en nuestras pantallas tanto como sea posible. Después de todo, cuanto más tiempo estemos pegados a nuestras pantallas, más dinero ganan.
Tomar la perspectiva de Alter cambia el énfasis del jugador al juego o del espectador a la pantalla. Su conocimiento de la psicología de los negocios basados en pantallas es notable, pero también aterrador. Las empresas de tecnología parecen en gran parte indiferentes a su responsabilidad por un comportamiento problemático extenso.
Alter describe cinco técnicas que utilizan las empresas de tecnología para mantenerte en las pantallas:
1. Retroalimentación variable / programas de refuerzo
Este es el mismo método que usan los casinos para mantenernos enganchados a una máquina tragamonedas. A veces ganarás, pero no sabes cuándo. Este tipo de refuerzo dificulta detener o "extinguir" una conducta. Por ejemplo, esperar recibir comentarios de las publicaciones en las redes sociales tiene la incertidumbre de una recompensa.
2. Portabilidad
El setenta por ciento de los ciudadanos estadounidenses tienen teléfonos constantemente al alcance sin siquiera dar un paso. Ahora estamos atados a nuestros teléfonos física y psicológicamente.
3. No hay indicadores de pausa
¿Recuerdas cuando podías cerrar fácilmente un libro al final de un capítulo o ver tu programa de televisión favorito y esperar una semana hasta que se emitiera la siguiente? La ausencia de indicadores de pausa es ahora una característica, no un error, de muchos videojuegos y otros medios. Si se desplaza hasta el final de su suministro de noticias, se actualizará; el próximo episodio o podcast de Netflix se reproducirá automáticamente. Estas actividades no tienen puntos finales.
4. Metas artificiales
Ya sea que uses tu Fitbit para medir tus 10,000 pasos diarios o juegues juegos en los que la construcción de tu personaje o la recolección de elementos para una misión están en curso, estos objetivos creados por la tecnología te hacen volver constantemente.
5. Misterios sin resolver
Necesitas saber qué sucede a continuación y no tienes que esperar para averiguarlo. Mirar un programa de Netflix, por ejemplo, conduce a otro, ¡a menudo en solo cinco segundos! Pero cuidado; ¡a veces puede que tengas que esperar hasta la próxima temporada!
El libro de Alter es excelente para comprender el papel que juega el diseño de la tecnología en los comportamientos aparentemente adictivos que generan las pantallas. Ofrece solo algunas soluciones para que los padres combatan la gran tecnología, como trabajar para lograr un mejor equilibrio entre el tiempo frente a la pantalla y otras actividades o crear distracciones del tiempo frente a la pantalla. Sin embargo, reconocer cómo la tecnología refuerza activamente el uso compulsivo, les ha dado a los padres una herramienta importante para educar a sus hijos y desarrollar su propio plan familiar.
En lugar de culpar a tus hijos por pasar demasiado tiempo frente a la pantalla, utiliza estas siete estrategias para contrarrestar el atractivo problemático de las pantallas:
- Infórmales sobre cómo ganan dinero las empresas de tecnología.
- Capacítalos para hacer frente a la gran tecnología cuando se sientan manipulados.
- Anímalos a convertirse en maestros de la tecnología que usan, no al revés.
- Guíalos para que participen en actividades y pasatiempos en los que el tiempo frente a la pantalla no es necesario y quizás incluso interfiera con estos intereses.
- Aprende y modela cómo estar en el momento, sin necesidad de buscar constantemente nuevos estímulos.
- Participa en la atención plena familiar entrenando para atender el presente en lugar de tener que ocupar cada momento.
- Adopta el minimalismo digital. Para hacer esto, puedes leer el trabajo del científico informático Cal Newport, quien sugiere enfocar el tiempo en línea en una pequeña cantidad de actividades que apoyen tus valores.
Si bien es posible que no puedas cambiar la necesidad de pantallas para la escuela, el trabajo, la recreación y los asuntos diarios, una mejor comprensión de cómo estas tecnologías nos involucran puede llevar a pasos para mantener a tus hijos fuera de las pantallas durante más horas del día.