Conseguir que tu hijo deje de morderse las uñas no es tarea sencilla pero no imposible. Es una conducta que no debes dejar pasar, es una señal de alarma que puede ser reflejo de un complejo o trastorno emocional. Y es importante tomar las medidas necesarias para ayudar a tu hijo a superar cualquier problema. Desde unComo.com vamos a explicarte cómo hacer que tu hijo no se muerda las uñas, con unas pautas y cierta atención conseguirás que deje este hábito de forma permanente.
Pasos a seguir: 1Si quieres conseguir que tu hijo deje de morderse las uñas con tu ayuda será posible. Una buena forma de atajar el problema es explicarle a tu hijo las ventajas de tener unas bonitas uñas cuidadas. Como por ejemplo, dile que los dedos no se le deformarán, que sus manos tendrán una cuidada apariencia, no saldrán padrastros tan molestos...
También merece la pena que te centres en informarle de los riesgos o desventajas de tener el mal hábito de morderse las uñas, entre los más importantes es que las uñas están expuestas a mucha suciedad y si se muerden se puede coger una infección.
2Es importante que busques la manera de motivar a tu hijo a que deje de hacerlo. No olvides que al final, es solo él quien dejará de morderse las uñas y no siempre estarás delante para regañarle. Los psicólogos han comprobado que la desaparición de esta mala costumbre depende mucho de que el niño quiera dejarla. Muchas veces los hijos dejan este hábito cuando se sienten desaprobados por sus compañeros del colegio o amigos. Y como padres, lo mejor que puedes hacer es sugerirle que deje de hacerlo pero sin reñirle, solo apoyando.
3Ayuda a tu hijo a identificar los momentos en los que tiende a morderse las uñas. Y de esa manera, será más fácil preservarlas siempre y cuando tu hijo quiera dejar de hacerlo. Puedes usar alguna sustancia repelente, poner tiritas de dibujos, tapar las puntas de los dedos con fundas de juguete, etc. Con alguno de estos métodos, tu hijo recordará que no debe morderse las uñas de forma voluntaria y sin ningún tipo de presión.
4Nunca uses el castigo cuando veas que tu hijo se muerde las uñas, piensa que es un acto muchas veces inconsciente, y que a veces no pueden controlar. Si le regañas solo harás que se ponga más tenso, y que repita esa conducta una y otra vez. Lo que mejor funciona es el refuerzo positivo. Puedes empezar a pedirle pequeños progresos como que se deje crecer una uña y recompensarle cuando lo consiga y así poco a poco hasta las diez uñas.