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Cinco formas de ayudar a su hijo a desarrollar una relación saludable con la tecnología y con usted

Por Catherine Steiner-Adair, Ed.D.

Catherine Steiner-Adair, Ed.D., autora de La gran desconexión:proteger la infancia y las relaciones familiares en la era digital.

La relación más importante en la vida de su hijo es la que encuentra con usted. ¿Qué sucede cuando agrega una tableta, teléfono inteligente, computadora portátil o computadora de escritorio que habitualmente lo aleja? ¿Qué significa cuando usas pantallas y aplicaciones como chupete para tu bebé o niño pequeño, o como niñera o maestra? La tecnología no solo cambia la imagen icónica de la relación padre-hijo, sino que cambia la relación misma. Hay tantas formas en que la tecnología amplía nuestra conectividad entre nosotros y con el resto del mundo. El desafío al que todos nos enfrentamos ahora es gestionar nuestra relación con la tecnología para que no afecte nuestra relación con nuestros hijos y nuestra familia.

Administrar el tiempo de pantalla de su hijo

En mis seis meses de viaje desde La gran desconexión:proteger la infancia y las relaciones familiares en la era digital fue lanzado, en una conversación profunda con niños, padres, educadores, la pregunta más frecuente es "¿cómo?" ¿Cómo puedo manejar esto mientras mi hijo es pequeño? ¿Cómo puede nuestra familia hacer algunos cambios en los hábitos que todos vemos que no son los mejores? Los propios niños también están preguntando. Es posible que rara vez nos lo admitan como padres, pero quieren que establezcamos límites, que les mostremos cómo establecer límites, que modelemos una vida fuera de línea que sea rica y real.

Aquí hay cinco formas de apoyar una relación sostenible con la tecnología para usted y su hijo:

- Deje que la habitación de su bebé y niño pequeño sea una habitación sin mamparas. Deje que el espacio entre ustedes (jugar, comer, pasear, cuidar) esté libre de tecnología. Su hijo se unirá a la cultura tecnológica muy pronto. La Academia Estadounidense de Pediatría insta a un entorno sin pantallas para niños menores de dos años y una exposición limitada y reflexiva para los niños en edad preescolar y de guardería. En general, apague las pantallas, tome un libro y lea o juegue con su hijo. Deje que su hijo se conecte con usted.

- No dejes que la magia de la pantalla reemplace la magia del juego de la vida real. Haz una lista de cuatro o cinco actividades diferentes que no sean de pantalla, como dibujar, construir con Legos o jugar afuera, y llévala contigo para que puedas usarla como recordatorio. Desconectarse de la tecnología es una lucha para la mayoría de nosotros; compártalo con su hijo, tal vez reclutándolos para hacer algo juntos. Sepa que cuando modela la lucha y la elección de desconectar y hacer, les estás mostrando cómo se hace.

El futuro del juego:cómo la tecnología está cambiando la forma en que juegan los niños

- Cree rituales para usted y su hijo que reconozcan que está dirigiendo su atención a otra parte. En los horarios designados, tómese el tiempo ininterrumpido para hacer su trabajo. Pero manténgase desconectado y presente durante al menos 45 minutos desde el momento en que recoja a su hijo de la escuela o la guardería. Cree su propio contrato de uso responsable al que todos se apeguen, ¡incluido usted! Sea claro acerca de qué tipos de tiempo de pantalla están bien, dónde y cuándo. A través de estas conversaciones, su hijo se vuelve más consciente de sí mismo y entiende la relación tecnológica como algo que debe administrarse, algo para lo cual dictamos los términos.

- Sea exigente con los tipos de medios tecnológicos con los que interactúa su hijo. Elija programas que les enseñen sobre el mundo que los rodea de una manera amable, esperanzadora y alentadora; no malcriado, sarcástico, rápido o aterrador. Elija cualquier exposición a los medios con el mismo cuidado con el que elegiría a una niñera para dejarla sola con su bebé. Common Sense Media es un excelente recurso en este sentido.

- Recuerde:especialmente con bebés y niños pequeños, una aplicación no es una "distracción segura" como un animal de peluche o un móvil musical. Neurológicamente, es un estimulante. Cuando les damos a los bebés y niños pequeños estimulantes en lugar de una atención tranquilizadora y les ofrecemos distracciones tecnológicas de la vida cotidiana en lugar de orientación a través de ella, les enseñamos a una edad muy temprana a lidiar con los altibajos de la vida conectándose a fuentes externas para autorregularse en lugar de que desarrollar esas habilidades internas. Resiste la tentación de dejar que la tecnología reemplace el apoyo y la guía genuinos de los padres en momentos de frustración, aburrimiento u otra insatisfacción.