Cuando estás en sintonía con tus hijos, tienen una conexión que mantiene fuerte su relación, incluso en los momentos difíciles. Esto está fuertemente relacionado con la salud física y mental de los niños en el futuro, y hace que el tiempo juntos sea más participativo. Aquí hay una lista de verificación de indicadores de que existe esta conexión:
1. Te das cuenta cuando tu hijo o hija no tiene ganas de hablar.
Tal vez sea al final del día, cuando tus hijos regresan de la escuela, temprano en la mañana o antes de un juego importante. No importa el momento. Puedes saber cuando la mente de tu hijo está en otra parte y no lo presionas.
Mantenerte en contacto con la necesidad de tus hijos de estar tranquilos y a solas es tan importante como saber cuándo hablar.
¿Por qué importa esto? Cuando respondes a los estados de ánimo más tranquilos de tus hijos, les estás diciendo que respetas su independencia y su necesidad de procesar las cosas en su propio tiempo. Más tarde, cuando estén listos para hablar, es más probable que acudan a ti.
2. Te esfuerzas por responder distinto a cada uno.
Una de mis amigas me contó que había un nombre de cariño que a uno de sus hijos le gustaba que usara. Un día, lo usó en broma con su otro hijo, ¡y ambos niños se enfadaron! De hecho, el nombre de cariño era como un código secreto para cada uno, ayudándolos a sentir que eran reconocidos y amados específicamente por quienes eran ellos mismos.
Esto va mucho más allá de los nombres de mascotas. Cuando te esfuerzas por bromear o hablar de manera diferente con cada niño, o incluso tener reglas y límites diferentes, por ejemplo, sobre el tiempo frente a una pantalla, estás reconociendo que cada niño tiene diferentes deseos y necesidades. No se trata de ser "injusto". En cambio, tiene que ver con ser sensible a las necesidades y deseos de cada individuo.
3. ¿Qué los hace reír incluso cuando están tristes?
Todos sabemos cómo hacer reír a un niño cuando las cosas van bien. O si estamos en un parque acuático o en Disneyland, puede parecer sencillo encontrar cosas de las que reírse. Pero cuando estás en sintonía con ellos, puedes ayudarlos a encontrar alegría incluso en los momentos difíciles, cuando están estresados o se sienten inseguros de sí mismos. Incluso puedes sentir cuando están de humor para distanciarse un poco de sus problemas y reírse de sí mismos.
¿Por qué es esto importante? Hay una diferencia entre sentir que tienes que mantener felices a tus hijos y animarlos a buscar la luz. Especialmente a medida que los niños crecen, su capacidad para regular sus emociones a través de la forma en que se hablan a sí mismos será clave.
4. ¿Quieren consejos o simplemente ser escuchados?
Los niños son como todos nosotros. A veces quieren que los ayudes con un problema y, a veces, solo quieren que te sientes y escuches lo que piensan. Y ningún niño quiere lo mismo todo el tiempo.
La escucha activa es una parte tan importante de la conversación como lo es hablar. Y la escucha activa en realidad cambia a las personas a las que se escucha. Como señalan Carl R. Rogers y Richard E. Farson, “Cuando se escucha a las personas con sensibilidad, tienden a escucharse a sí mismas con más atención y a dejar en claro exactamente lo que sienten y piensan”. Esto es incluso cierto. para niños. Tener sus pensamientos e ideas validados puede hacerles sentir: "Vale la pena explorar mis ideas" y "la gente está interesada en lo que pienso".